LONDRES, julio 9.— El ministro de Relaciones Exteriores de Reino Unido, Boris Johnson, renunció este lunes a su cargo, a menos de 24 horas de la dimisión del extitular para el Brexit, David Davis, tras desacuerdos de ambos políticos con la gestión de la primera ministra Theresa May para la salida de la Unión Europea (UE), explicó Reuters.
«Esta tarde, la Primera Ministra aceptó la renuncia de Boris Johnson como ministro de Exteriores», dijo un comunicado de Downing Street. «Su remplazo será anunciado pronto. La Primera Ministra agradece a Johnson su trabajo», agregó.
Ante el Parlamento, May dijo que no estaba de acuerdo con los dos ministros en «la manera de materializar el resultado del referéndum» del Brexit de 2016.
El pasado 6 de julio, May se reunió con su gabinete en Chequers, su residencia rural, para discutir sus planes para un Brexit «suave», una postura que implicaría una continuación de las relaciones entre Reino Unido y las instituciones europeas. Johnson, al igual que Davis, abogaban por un Brexit «duro», que implicaría una posición más alejada de la UE y una independencia total de las instituciones regionales.
La salida del bloque y el cómo hacerlo han incrementado las discrepancias dentro del Gobierno y del Partido Conservador, al tiempo que intensificó la crisis política en el país. El Canciller británico —a quien en 2016 se le veía como gran favorito para sustituir al primer ministro David Cameron— es la séptima renuncia desde noviembre de 2017.
En carta a Theresa May, Johnson dice: «Ese sueño (Brexit) se está muriendo, ahogado por unas dudas innecesarias». El también exalcalde de Londres fue, junto a Nigel Farage, exlíder del partido antieuropeo UKIP, la cara de la salida de la Unión Europea.
Según analistas, su dimisión, además de la de David Davis, deja la ya inestable posición de Theresa May como primera ministra, en serio peligro. Al respecto, la propia mandataria afirmó —citó The Guardian— que si los de línea dura no se alinean, se arriesgan a entregarle el poder al líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn.
Precisamente, esta jornada los laboristas aseguraron que pudieran votar contra el acuerdo final del Brexit de May, incluso si tuvieran que hacer cabildeos con los que buscan un Brexit de postura firme.
La inestabilidad política de Reino Unido se produce, además, días antes de la llegada del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, este 13 de julio. Según anunció AFP, durante toda la visita se sucederán diversas manifestaciones, desde Inglaterra hasta Escocia, contra el líder de la Casa Blanca.