El dibujo de una escolar cubana. Autor: Roberto Ruiz Espinosa Publicado: 21/09/2017 | 06:40 pm
UN día de especial ajetreo en las relaciones Cuba-Estados Unidos este viernes 14 de octubre. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, emitió una Directiva presidencial que intenta hacer «irreversible» su política hacia Cuba y al mismo tiempo se anunció en Washington un quinto paquete de medidas para modificar, aunque de manera limitada, algunas regulaciones del bloqueo contra nuestro país.
Josefina Vidal, directora general para Estados Unidos de la Cancillería cubana, comentó en conferencia de prensa, esa directiva a la que calificó de «un paso significativo en el proceso hacia el levantamiento del bloqueo y hacia la mejoría de las relaciones entre los dos países».
Explicó también que favorece una convivencia civilizada y hay un reconocimiento hacia el Gobierno cubano como interlocutor legítimo e igual, al tiempo que admite los beneficios que reportaría a los pueblos cubano y estadounidense, a pesar de las grandes diferencias que existen entre los gobiernos.
«Reconocemos importante que la Directiva reconozca la independencia, la soberanía y la autodeterminación de Cuba, que deben continuar siendo principios esenciales en las relaciones entre los dos países”, apuntó la diplomática, aunque subrayó que la directiva del presidente Barack Obama dada a conocer este viernes en Washington junto con una declaración del mandatario, «no oculta el propósito de promover cambios en el ordenamiento económico, político y social de Cuba».
En este sentido agregó Josefina Vidal que mantiene el propósito de continuar desarrollando programas injerencistas contra Cuba, los cuales responden a los intereses de Estados Unidos y la intención de «involucrar en ellos a sectores de la sociedad cubana».
Sin embargo, precisó y reiteró la voluntad de Cuba de desarrollar relaciones respetuosas y de cooperación, basadas en la plena igualdad y la reciprocidad y sin injerencia en los asuntos internos.
La Directora General para Estados Unidos del Minrex también abordó ante la prensa el nuevo paquete de medidas sobre Cuba, anunciadas este viernes en Washington y que entrarán en vigor el lunes próximo, que dijo había que reconocer que «son positivas, pero tienen un carácter muy limitado» y en lo esencial «están dirigidas a ampliar transacciones ya autorizadas» en los cuatro paquetes de medidas precedentes.
Aunque dijo que todavía tenían que estudiar las regulaciones anunciadas por los Departamento del Tesoro y de Comercio, que tienen complejidades técnicas, para conocer su alcance, estas mantienen la prohibición de las inversiones de EE.UU. en Cuba, excepto las ya autorizadas anteriormente, pero que excluyen a sectores clave de la economía cubana.
Puntualizó que se mantienen las restricciones para las importaciones de productos cubanos en EE.UU., especialmente los provenientes del sector estatal, con la única excepción de los productos farmacéuticos, a lo que agregó que tampoco se anunciaron nuevas medidas en el sector financiero y se mantiene la prohibición a abrir cuentas corresponsales de Cuba en bancos de Estados Unidos.
Concluyó que «las nuevas medidas en general benefician más a EE.UU. que a Cuba y al pueblo cubano. La realidad es que el bloqueo persiste».
Dando respuesta a algunas de las interrogantes de los periodistas, Josefina Vidal dijo que la Directiva del presidente Obama puede ser útil en caso de que el gobierno que le suceda decida seguir avanzando en el proceso de las relaciones y son un buen punto de continuación porque refleja el sentir de la mayoría de la sociedad estadounidense y de círculos de ese país.
Directiva y medidas
Las nuevas modificaciones dadas a conocer este viernes por los Departamentos del Tesoro y de Comercio, siguen teniendo un carácter limitado, aunque en el área de la salud se autorizó el desarrollo de investigaciones médicas conjuntas, con fines comerciales o no comerciales, entre personas y entidades de ambos países, al tiempo que también autoriza transacciones a la obtención de la aprobación por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de EE.UU, de productos farmacéuticos cubanos, además de la importación, promoción, venta y distribución en EE.UU. de esos productos farmacéuticos aprobados por la FDA.
Completa ese capítulo la posibilidad de abrir cuentas bancarias en Cuba por parte de personas y entidades estadounidenses vinculadas con las actividades farmacéuticas.
Las limitaciones también están presentes porque no se admite el establecimiento de empresas mixtas para el desarrollo y comercialización de productos farmacéuticos cubanos, por lo que puede ponerse en duda la viabilidad de esas medidas.
En las medidas también están el otorgamiento de becas y premios a cubanos, y en este sentido se recuerda el ilegal procedimiento de la World Learning, una entidad vinculada a la Usaid que fue denunciada mayoritariamente por el estudiantado cubano muy recientemente por su papel injerencista.
Un elemento que beneficia especialmente a los viajeros estadounidenses que llegan a la Isla con licencia de sus autoridades, puesto que el turismo sigue prohibido por las leyes del bloqueo, se refiere a la eliminación del límite que existía de hasta 400 dólares —de ellos cien para ron y tabaco— para la importación a EE.UU. de productos cubanos para uso personal, incluso para los adquiridos en terceros países.
Las dudas sobre la efectividad acompañan también a este nuevo paquete de medidas toda vez que en uno de los precedentes se incluyo la autorización de créditos privados y del uso del dólar y en la práctica las leyes del propio bloqueo impiden su utilización.
Lo cierto es que este viernes 14 de octubre, cuando a Obama apenas le quedan tres meses como presidente, la Casa Blanca dio a conocer su Directiva Presidencial de Políticas — Normalización Estados Unidos-Cuba (Directiva Presidencial de Políticas/PPD-43), y algunos analistas lo consideran más que todo como su legado en este tema y en el que expresa estrategia y objetivos respecto a Cuba.
La Directiva, que reitera la apelación al Congreso a que levante el bloqueo, reconoce también las diferencias existentes y define que esa decisión del mandatario concuerda con los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos y sus objetivos.
En una conferencia en el Woodrow Wilson Center de Washington, la Asesora de Seguridad Nacional, Susan Rice, señaló al respecto que sería imprudente y contraproducente que el próximo presidente de Estados Unidos diera marcha atrás a las decisiones ejecutivas respecto a Cuba que se tomaron a partir del 17 de diciembre de 2014. Recordemos que las elecciones son el próximo 8 de noviembre y la nueva administración comenzaría en enero de 2017.
Rice también apuntó que el Congreso de EE.UU. necesita escuchar al pueblo estadounidense, pues la mayoría se opone al bloqueo contra la nación antillana y a las restricciones para viajar a ella, aunque también dijo que «no todos están de acuerdo» y algunos «creen que la normalización es un error».
La explicación de la Asesora de Seguridad en la que anunció la Directiva Presidencial sobre Cuba trasluce también las pretensiones injerencistas y de continuidad de la política de «cambio de régimen», aunque lo niegue, pues afirma que no pueden quedarse sentados a esperar a que Cuba cambie «sin involucrarnos», por lo que promoverán los valores estadounidenses y apoyarán «a las personas que exigen libertad de prensa y religión». Además puntualiza Susan Rice que las «reformas» se deben continuar «hasta que Cuba se una al resto del mundo».