Imagen difundida por el Ministerio de Defensa de Egipto. Un avión sobrevuela un barco durante la operación de búsqueda de los restos del avión. Autor: AP Publicado: 21/09/2017 | 06:32 pm
Los equipos de búsqueda han localizado las cajas negras del vuelo MS804 de EgyptAir, estrellado el pasado jueves en el Mediterráneo, cerca de la zona donde han encontrado restos humanos y de la aeronave, informan medios egipcios que citan fuentes del Gobierno egipcio, según Telesur. La cadena norteamericana CBS se ha hecho eco de la noticia, siempre citando fuentes gubernamentales que mantienen su anonimato, detalla el medio.
De momento, no ha sido confirmado oficialmente ni por Francia ni por Egipto, que presuntamente habría desmentido esta información de la cadena estadounidense en una entrevista para el medio egipcio Al-Masry Al-Youm.
Un equipo de investigadores franceses ha confirmado este sábado que el avión de EgyptAir, que se precipitara al mar el pasado jueves, emitió señales de presencia de humo en su interior minutos antes de que se interrumpieran las comunicaciones y ocurriera el accidente, informa Telesur.
«Los sensores del aparato emitieron mensajes que indicaban que había humo en la cabina poco antes de que se interrumpieran las comunicaciones», informó un portavoz de la Oficina de Investigación y Análisis (BEA) de Francia.
Con relación a esto, la fuente explicó, detalla el medio citado, que las señales de humo se emiten de manera automática por medio de un sistema denominado Acars.
Según The Aviation Herald, referido por Telesur, este sistema mostró que a las 02H26 hora local (00H26 GMT) se detectó humo en el baño del avión y solo un minuto después dicho sistema envió un nuevo mensaje alertando de que también había humo proveniente de los sistemas electrónicos.
Asimismo, se conoció que la última comunicación se envió desde el avión a las 00H29 GMT y el contacto se perdió cuatro minutos después.
Sin embargo, hasta el momento, estos datos no son suficientes para sacar ninguna conclusión sobre las causas del accidente.
Según Philip Baum, un especialista de aeronáutica citado por la BBC, «los instrumentos del avión se apagaron».
«Todo ello empieza a demostrar que no se trata probablemente de un secuestro, que no hubo seguramente pelea en el cockpit, que se trató posiblemente de un incendio a bordo. Pero no sabemos si fue de origen técnico, un cortocircuito o una bomba que explotó», añadió, citado por AFP.
A falta de reivindicación de un eventual atentado, más de dos días después de la tragedia, solamente un análisis de los vestigios del avión, de los cuerpos y, sobre todo, de las cajas negras permitirá determinar las razones de la tragedia, añade la agencia noticiosa.
Hace seis meses, la rama egipcia del grupo Estado Islámico (EI) hizo explotar una bomba a bordo de un avión de turistas rusos encima del Sinaí egipcio, matando a sus 224 ocupantes.
En este contexto, Egipto y los expertos habían adelantado desde este jueves la tesis del atentado para explicar la caída del Airbus, apoyándose en el hecho de que la tripulación no emitió previamente ningún mensaje de alerta, sin embargo, el detalle de las señales de humo reciém descubierto vuelve a poner en duda la supuesta causa terrorista.
Las fuerzas navales egipcias prosiguen este sábado con la búsqueda, en el mar Mediterráneo, de las piezas de la aeronave, así como de los cuerpos de las víctimas fallecidas en el siniestro.
Un día antes de esta nueva jornada de búsqueda, un grupo de militares egipcios informó sobre el hallazgo de los primeros restos del A320, partes de cuerpos, maletas y asientos de la aeronave, a unos 290 kilómetros de la costa de ese país africano, al norte de la ciudad de Alejandría.
Las Fuerzas Armadas han publicado hoy en su página oficial de Facebook varias fotografías de piezas del avión y de objetos personales de los pasajeros que han sido hallados en estas jornadas de labor. Las imágenes muestran restos de asientos, fragmentos de piezas del avión, en los que se puede leer EgyptAir, y dos chalecos salvavidas.
En el momento de la tragedia aérea, la aeronave viajaba con 56 pasajeros, entre ellos, 30 ciudadanos egipcios y 15 franceses, siete miembros de la tripulación y tres efectivos de seguridad.
Todas las hipótesis se mantienen abiertas aún.