Los seguidores del clérigo chiita Muqtada al Sadr atraviesan por los muros defensivos. Autor: Reuters Publicado: 21/09/2017 | 06:31 pm
BAGDAD, abril 30.— Cientos de fieles chiitas seguidores del líder Muqtada al Sadr irrumpieron este sábado en la fortificada Zona Verde de Bagdad, en señal de rechazo al nuevo Gobierno propuesto por el primer ministro, Haidar al Abadi, al que exigen un ejecutivo tecnócrata, dijo EFE.
La Zona Verde es la más segura después de la invasión de Irak de 2003, área de los edificios gubernamentales y principal punto de presencia occidental en la ciudad, incluida la embajada-fortaleza de Estados Unidos.
Los manifestantes irrumpieron en ese área protegida de la capital irakí después de que el Parlamento aplazara una vez más la votación de gran parte del nuevo Gobierno, lo que hace más profunda la crisis política que vive el país.
Miles de chiítas se concentraron a las afueras de la Zona Verde, y cientos lograron irrumpir en su interior; mientras, con el objetivo de ejercer aún más presión, muchos de ellos entraron en el Parlamento, según mostró la televisión oficial Al Iraquiya.
El Gobierno irakí decretó el estado de emergencia en esta capital luego de la toma del Parlamento por los chiitas para demandar reformas y el combate a la corrupción, agregó PL. Cientos de efectivos de las fuerzas de seguridad y del Ejército fueron incapaces de contener a esa multitud.
Según mostraron canales de televisión nacionales, el Comando de Operaciones de Bagdad desplegó hombres en los puestos de control militar en las entradas de la capital y los mantuvo cerrados, al tiempo que anunciaba el estado de emergencia indefinido.
En un discurso a sus seguidores, el clérigo chiita acusó a los principales partidos políticos del país de unirse de nuevo «para proseguir sus saqueos y robos, y designar a sus ministros y candidatos» en la propuesta de nuevo Gobierno, aunque horas después, el clérigo instó a sus seguidores en un breve comunicado a no destrozar los bienes públicos y privados ni atacar a las legaciones diplomáticas de países extranjeros, incluida la de la bandera de la ocupación, en alusión a la de Estados Unidos, comentó EFE.
Por su parte, el presidente irakí, Fuad Masum, instó a los manifestantes, en un comunicado, a «mantener la tranquilidad, cumplir la ley, contenerse y no agredir a ningún miembro del Parlamento ni funcionario», y les pidió «evacuar» el Parlamento.
Además, mostró su apoyo a la formación de un Gobierno alejado del sectarismo. «Consideramos que sepultar el sistema de cuotas de partidos políticos y clases sociales es una tarea que en absoluto se puede retrasar», señaló Fuad Masum.
Asimismo, el primer ministro irakí, Haidar al Abadi, instó a los manifestantes chiitas a retirarse de la Zona Verde y volver a las áreas reservadas para las protestas.
«Llamo a los manifestantes a regresar a las zonas reservadas para las manifestaciones y a comprometerse con la paz y a no destrozar los bienes públicos y privados y las instituciones del Estado», señaló Al Abadi en un comunicado difundido por su oficina.
«Queremos tranquilizar a nuestro pueblo, la situación de Bagdad está bajo el control de las fuerzas de seguridad», señaló.
Por otra parte, el presidente del Parlamento, Salim al Yaburi, indicó en otro comunicado que la situación de hoy «requiere una postura urgente para mantener la nación, en estas condiciones difíciles por las que atraviesa» y advirtió de que el grupo yihadista Estado Islámico (EI) está esperando la inestabilidad para volver a expandirse, por lo que instó a que esto no se permitiera.
Entretanto, ANSA reportó que un camión-bomba estalló en un mercado de la zona sudeste de Bagdad, en la localidad de Al Nahrawan, y mató a 21 peregrinos islámicos chiitas, informó la televisión iraní. Poco después el Estado Islámico, integrado por milicianos de etnia sunita, se atribuyó el ataque, que también provocó 42 heridos.