BAGDAD, septiembre 6.— Bombardeos aéreos contra bastiones del Estado Islámico (EI) provocaron la muerte de al menos 55 personas, entre civiles y extremistas sunnitas, en varias regiones de Iraq.
El Ministerio de Defensa informó que helicópteros de la Fuerza Aérea iraquí atacaron este sábado el hospital Hawija del oeste de la ciudad de Kirkuk y mataron a seis personas, además de provocar heridas a otras 20, todas civiles que estaban en zonas bajo control de los islamistas, reporta PL.
Varios cohetes y otros artefactos de la artillería pesada abatieron igualmente a cuatro personas y lesionaron a 10 durante un asalto a viviendas y al hospital de Obstetricia y Ginecología de Fallujah, urbe situada en el sur de la provincia occidental de Al-Anbar.
De acuerdo con la misma fuente, un comandante del EI en el Tigris, conocido como Abu Taha, y nueve de sus ayudantes perecieron en Dhabtiah, un poblado del distrito de Nibai en la provincia norteña de Salaheddin.
Los fundamentalistas sunnitas también sufrieron significativas bajas en enfrentamientos con tropas gubernamentales y hombres armados de la tribu Aljgayevh que les impidieron avanzar hacia la presa de Haditha, en Al-Anbar.
Datos del Consejo provincial de esa demarcación divulgados hoy indicaron que los irregulares del DAESH, acrónimo árabe del EI, secuestraron a más de 700 personas, incluidos empleados civiles y policías, residentes en Fallujah desde que tomaron control de esa urbe en diciembre de 2013.
Según el miembro de ese consejo Hamid Al-Alwani, los «takfiristas» (terroristas islámicos) asesinaron a sus rehenes y lanzaron los cadáveres de muchos de ellos al río Éufrates tras torturarlos por resistirse al dominio de las bandas yihadistas o ser miembros de las fuerzas de seguridad.
Fuentes citadas por la agencia nacional de noticias NINA refirieron que el primer ministro designado Haider Al-Abadi prosigue las consultas para formar el nuevo gabinete y ya tiene los nombres de los ministros que integrarán su Ejecutivo y de otros cargos asesores de importancia.