WASHINGTON, abril 3.— Cuatro muertos y 16 heridos fue el saldo de un tiroteo en la base militar de Fort Hood, en Texas, Estados Unidos, confirmaron este jueves fuentes oficiales.
El suceso se desencadenó cuando un soldado que era evaluado por problemas siquiátricos abrió fuego en la tarde del miércoles en un área de la instalación matando a tres personas e hiriendo a 16 antes de suicidarse.
El comandante general de Fort Hood, teniente general Mark A. Milley, declaró que el pistolero, un especialista del ejército que había servido en Iraq y era tratado por problemas de salud mental y de comportamiento se suicidó después de la balacera.
Milley declaró a medios de prensa que no estaba clara la motivación que impulso al soldado pero aclaró que no parece estar relacionada con el terrorismo.
Según un informe del diario The New York Times el especialista del ejército respondía al nombre de Iván López.
En Chicago, el presidente Barack Obama dijo que funcionarios de la Casa Blanca y el Pentágono estaban siguiendo de cerca los acontecimientos. «Vamos a llegar al fondo de lo que sucedió exactamente», dijo el presidente.
Según fuentes militares el episodio se desarrolló la víspera cerca de las 16:30 hora local en un edificio médico de la base.
Las pesquisas iniciales indican que López disparó a sus víctimas con un arma calibre 45 Smith & Wesson, una pistola semiautomática que había comprado recientemente, indicó un informe de la televisora CNN.
Las víctimas del tiroteo fueron trasladadas a instalaciones médicas cercanas, entre ellas el White Memorial Hospital en Temple, Texas, donde tres de los ocho heridos tratados allí estaban en estado crítico.
El 5 de noviembre de 2009, el mayor Nidal Malik Hasan abrió fuego en el interior del Centro de Proceso de Preparación de Soldados en la misma instalación matando a 12 soldados desarmados y un civil e hirió a otros 30 soldados y dos agentes de policía.