Maduro encabezó la víspera concentraciones en tres estados, y llamó a congregar a tres millones de venezolanos en el cierre de campaña este jueves en Caracas. Autor: AVN Publicado: 21/09/2017 | 05:32 pm
CARACAS.— En lo que ha sido el más duro pronunciamiento durante más de un año de procesos comiciales, el Consejo Nacional Electoral (CNE) dirigió la víspera una alocución al país en la que rechaza los actuales planes y ataques contra el curso democrático nacional.
La denuncia la realizó Tibisay Lucena, presidenta del CNE, tras una reunión con el mando militar para analizar el desarrollo del Plan República, figura constitucional que obliga a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) a resguardar el proceso del voto y garantizar la paz.
Señaló que el árbitro ha observado «y todo el país ha observado, elementos, situaciones, mensajes que intentan lesionar el proceso electoral y, por ende, la democracia. Hemos visto también declaraciones de voceros y algunos eventos violentos contra instituciones y personas».
En su presentación ante la prensa, realizada en la sede del CNE, la rectora principal expuso que «la agenda reticente de la antipolítica vuelve a presentarse con su acostumbrada resistencia a la paz. Y yo les digo a las ciudadanas y los ciudadanos que deben estar atentos a estas amenazas.
«Solo a los aventureros —dijo— les conviene cualquier agresión al proceso. Solo a quienes no tienen oportunidades por la vía electoral les conviene agredirnos».
Más adelante expuso: «Que el mundo lo sepa: Aquí hay un pueblo demócrata que puede confrontar sus posiciones como lo ha hecho siempre, una y otra vez, a través de los votos, y que aquí también existe una minoría minúscula antidemocrática, que es impertinente y que nunca reconoce la democracia como el modelo que decidimos escoger para convivir en Venezuela, porque en ese modelo no pueden imponer su voluntad.
«Esa minoría minúscula busca chantajear al país y a las organizaciones políticas, y nunca reconocerán al árbitro porque no logra imponerle sus condiciones, que no son otras que el regreso al fraude y a la exclusión».
La Presidenta del CNE también rechazó las agresiones contra la FANB y el Plan República, las que «solo intentan convocar a la violencia y al caos».
Derecha desconocerá resultado adverso
El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) presentó nuevas pruebas sobre presuntos planes de la derecha para desestabilizar al país, incluida una grabación telefónica de un escolta y chofer del candidato Henrique Capriles Radonski.
Diosdado Cabello, vicepresidente del PSUV, develó una mensajería electrónica entre Armando Briquet (fue el jefe del comando de campaña de la Mesa de la Unidad Democrática —que postula a Capriles— para las elecciones presidenciales del 7 de octubre) y Guillermo Salas, miembro de una organización que ha atacado sistemáticamente al CNE.
Briquet, del partido Primero Justicia, en el que milita Capriles, y asesor de este, habría entrado en contacto con Salas —expuso Cabello— para preparar la estrategia de desconocimiento de los resultados electorales del 14 de abril, en caso de que estos les sean adversos.
«Recibido, pero necesitamos todo lo expuesto en Washington para revisión del comando. Es necesario todo documento expuesto internacionalmente si el camino que se decidiera fuera el desconocimiento de los resultados», escribió Briquet a Salas en el intercambio por correo electrónico.
Durante la denuncia, a través del canal público VTV, Cabello expresó que el mensaje se lo había hecho llegar «una muy buena fuente». También reveló que Ramón Guillermo Aveledo, secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), tendría conocimiento de los planes; incluso, habría solicitado a Guillermo Salas todos los documentos que tiene para sustentar el posible desconocimiento de los resultados.
Siempre según Cabello, el martes, Briquet y Capriles se habrían reunido con el director del diario El Nacional, Miguel Henrique Otero, para también modelar con él, los planes de desacato en caso de que el triunfador no sea el de la MUD.
El Vicepresidente del PSUV puso a la disposición de la opinión pública, además, una grabación telefónica entre Joao Nunes Rocha, uno de los choferes y escolta de Capriles, y otro individuo, donde el primero afirma que su jefe no reconocería el dictamen del Consejo Nacional Electoral.
En parte del diálogo se escucha:
—Epa, Joao, ¿cómo tú ves eso?
—Bueno. La vaina (cosa) se ve fuerte, chamo. La vaina se la van a robar de calle. Aquí dicen que él no va a reconocer si pierde —responde Joao Nunes.
—Ese chamo va a ganar pero se lo van a robar (el triunfo).
—Sí, sí, pero va a haber peo (bronca). Va a haber peo fuerte.
—Na’, hombre...
—Bueno, vamos a ver con qué sale. Es que si él (Capriles) es supuestamente el líder y él no hace nada. Si al menos dijera al pueblo... La gente estaría mosca en la calle, pero la gente se va a preguntar ¿qué pasa? ¿Sabes? El chamo no está aceptando si pierden...
La «Junta Patriótica» de Guillermo Salas
Una tercera prueba sobre los planes de la oposición develada por Diosdado Cabello versa sobre una carta remitida por la organización Junta Patriótica a uno de los cinco rectores principales del CNE, el opositor Vicente Díaz.
La agrupación estaría liderada por Guillermo Salas y otros tres militantes de extrema derecha. En el documento se expone que «...considerando que ninguna de las peticiones que sometimos dentro de su oficina (la de Vicente Díaz) el pasado 20 de marzo se ha cumplido, y por la cercanía de las elecciones el próximo 14 de abril tampoco se podrán cumplir, manifestamos nuestra determinación y compromiso ante usted, los demás rectores y pueblo venezolano de desconocer el artículo 350, desobedecer el 333 (de la Constitución), desconocer los reportes del CNE...».
El desconocimiento de esos dos artículos de la Constitución se entiende como la intención de este grupo de ir en contra de la institucionalidad del país y promover un golpe de Estado.
Según el Primer Vicepresidente del PSUV, la Junta asesora a Capriles Radonski y es la que mueve los hilos del grupo de jóvenes de derecha que se han manifestado durante los últimos meses contra la institucionalidad del país.