NUEVA YORK, julio 12.— Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Alemania buscan impulsar en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas una nueva resolución sobre Siria, que demanda la invocación del capítulo VII de la Carta de la organización internacional, que permitiría a los miembros del Consejo autorizar acciones que van desde sanciones económicas hasta una intervención militar.
El documento redactado por las potencias occidentales se encontraba en el centro de los debates de la máxima instancia de la Naciones Unidas, junto con una contrapropuesta de Rusia, que exige el cese inmediato de la violencia entre las partes contendientes y la implementación del plan de paz de seis puntos del enviado especial de la Liga Árabe y la ONU, Kofi Annan.
El representante permanente alterno de Rusia ante la ONU, Alexander Pankin, dijo que el borrador presentado por su país no hace referencia al capítulo VII de la Carta, citó PL.
El texto ruso tampoco menciona la posibilidad de sanciones; por el contrario, extiende la misión de la ONU en Siria por otros tres meses, y llama a las partes en conflicto a garantizar la seguridad de los observadores de esa organización sin perjuicio de su libertad de movimiento.
Añade el documento que el pueblo sirio es el que debe hallar una solución política a la crisis y disponer de interlocutores efectivos y aceptables que negocien con Annan.
El vicecanciller ruso Guennady Gatilov aseguró este jueves que Moscú utilizará el derecho al veto en caso de que la propuesta occidental se someta a consideración del Consejo de Seguridad.
Gatilov consideró «inadmisible vincular el destino de la presencia de la ONU en Siria con el capítulo VII de la ONU», pues ello «significaría enterrar automáticamente la misión». Subrayó además que para su país es «categóricamente inaceptable» un proyecto de resolución que contemple la intervención militar, citó EFE.
«En general, el proyecto es desequilibrado, ya que contempla el cumplimiento de obligaciones solo por parte del Gobierno sirio y prácticamente no dice nada sobre los compromisos de la oposición», dijo.
El vicecanciller llamó también a las potencias occidentales a persuadir a la oposición siria a que se atenga al diálogo político con el Gobierno, ya que las demandas de la renuncia del presidente Bashar al-Assad «solo conducirán a un callejón sin salida».
Una votación sobre Siria debe realizarse antes del 20 de julio, cuando culmina el mandato inicial de 90 días de la misión de observadores de la ONU en ese país.