Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Colombianos piden consulta popular

Movilizaciones exigen vía a la reforma laboral mediante referendo que niega el Congreso 

Autor:

Marina Menéndez Quintero

 

Amplios sectores populares colombianos parecen encaminarse al último recurso que les queda para que el ejecutivo de Gustavo Petro pueda cumplimentar en su totalidad el programa de Gobierno con que asumió, para beneficio de ellos mismos: la movilización popular.

Pese a los avances registrados en el área rural, básicamente en lo que concierne a la titularidad de tierras —punto focal del surgimiento de la lucha guerrillera y que el mandatario ha emprendido de manera casi personal—, la labor de zapa de un legislativo donde su alianza Pacto Histórico no tiene mayoría, ha bloqueado muchas de las iniciativas gubernamentales e impedido la materialización de reformas que procuran el acceso a la salud o condiciones justas para el trabajador, pues la nueva ley de pensiones fue finalmente aprobada en julio pasado, después de muchos escollos.

Pero el camino a una consulta popular que abriera paso a la ley de pensiones mediante pronunciamiento del electorado, acaba de ser cercenada en el Senado, que la rechazó en una votación la semana pasada.

En consecuencia, las centrales obreras han anunciado un paro de 48 horas los próximos días 28 y 29 para exigir la consulta y la reforma laboral, y luego de que el propio Petro calificara de fraudulenta la votación en la cámara alta del legislativo, y convocara a los movimientos obreros, campesinos, juveniles e indígenas a movilizarse en defensa de la nueva ley para los trabajadores.

Fue durante una denominada Cumbre Social, Política y Popular celebrada el pasado lunes en respuesta a la decisión senatorial,cuando las principales centrales sindicales expusieron las razones del llamado al paro.

«Creemos que ahí debe concentrarse el mayor esfuerzo inmediato sobre esta situación», dijo el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Fabio Arias, citado por Telesur, ante un amplio espectro de la sociedad civil, incluyendo a campesinos e indígenas.

Existe «una indignación cada vez mucho más profunda por parte del pueblo, en general, frente a las afrentas, desafíos y fraude que especialmente la casta oligárquica en el Senado ha venido realizando contra las reformas sociales del cambio», enfatizó.

En igual sentido se pronunciaron las bases populares en Barranquilla, durante un Cabildo popular al que asistió Petro y que llamó a otro paro de 24 horas para el 11 de junio.

No es la primera vez que Petro vislumbra la movilización popular como única salida ante los obstáculos que impone la ultraderecha en el parlamento.

Incluso, ha hablado del proyecto de una Asamblea Constituyente que transforme las instituciones «para que le obedezcan al pueblo su mandato de paz y de justicia», ha dicho.

Ahora sigue confiando en la fuerza popular como única salida para abrir paso a un cambio que no rompa los esquemas, pero que, al menos, dote a la población de una sociedad más justa.

«Iré hasta donde diga el pueblo. Aún es tiempo que el Senado reaccione. Sus funciones son representar al pueblo, no callar al pueblo», afirmó en la red social X luego de la movilización en Baranquilla.

Le resta a Gustavo Petro solo un año de mandato. Y de la presión popular depende que la ultraderecha no siga tratando de mantener su gestión en el ostracismo.

 

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