24
ASUNCIÓN, junio 26.— Estados Unidos, el capital transnacional y los grupos empresariales están detrás del golpe de Estado en Paraguay, afirmó el secretario general del Partido Comunista Paraguayo, Najib Amado, en declaraciones a PL, durante las cuales se refirió al papel jugado en la interrupción del proceso democrático por la Embajada norteamericana en Asunción y los citados sectores locales que, junto a los partidos de la derecha tradicional, materializaron lo que llamó «golpe preventivo».
Junto a los medios de comunicación, que también tuvieron una intervención importante, ellos presionaron a los integrantes del Congreso, quienes son los operadores de tales intereses en la nación, agregó.
Señaló que el mundo está asistiendo a dos realidades en el escenario paraguayo: la bochornosa actitud del Parlamento, y el desarrollo de la conciencia popular que incluye a los militantes de base de las organizaciones políticas que se resisten a la asonada.
Amado se refirió al plan de acción que se ejecuta a partir de la conformación del Frente para la Defensa de la Democracia por sectores sociales, individualidades y todos los opuestos al juicio político utilizado para destituir al presidente Fernando Lugo.
Ya se registran movilizaciones en diferentes distritos y departamentos del país, donde se identifica el carácter antidemocrático de quienes usurpan el Gobierno y se demuestra nuestro desacuerdo con esos legisladores que derrocaron a un Presidente sin consultar con el pueblo, subrayó.
Por su parte, el ilegalmente destituido Fernando Lugo anunció que recorrerá el país a partir de la semana que viene para explicar lo que realmente sucedió, pero consideró «muy difícil» que pueda retornar al poder.
«Ya hubo un acuerdo entre los sectores de poder —alegó—. Sin embargo, nada es imposible, sigue manteniéndose la resistencia y este martes continúan las manifestaciones en diferentes departamentos», declaró en exclusiva a Telesur.
El ex obispo reiteró que aceptó el juicio político del Senado —«con todas las consecuencias»— y al día siguiente acató el fallo— «para evitar la violencia y la sangre»—, pero consideró que sería un «error muy grande frenar los procesos pacíficos de resistencia», a los que llamó a «crecer».
A su juicio, «los partidos políticos paraguayos quisieron cortar las alas a un proceso que tenía que continuar en 2013, basado en las políticas públicas y sociales que se habían emprendido para beneficiar a los ciudadanos».
Para Lugo, que afirmó que la ciudadanía se está organizando, y no solo en Asunción, para resistir el golpe de Estado, «solamente una democracia participativa y protagónica es la que puede garantizar la continuidad de un proceso democrático en el país».
