LONDRES, febrero 23.— El Ministerio de Justicia británico confirmó hoy que cerca de mil personas, en su mayoría jóvenes, cumplen como promedio un año de cárcel luego de los disturbios que sacudieron a Reino Unido el pasado verano boreal.
Ante los tribunales comparecieron unos 2 710 sospechosos de participar en los incidentes, que comenzaron en esta capital y se propagaron a otras ciudades del país en agosto pasado.
De esa cifra, 945 personas fueron halladas culpables de delitos y sentenciadas con penas de prisión que rondaron en promedio los 14 meses, de acuerdo con la fuente oficial.
La escalada de disturbios violentos en Reino Unido tuvo su origen en el barrio multiétnico de Tottenham, tras la muerte de un hombre de 29 años, acribillado por la policía.
Analistas sostienen que el hecho en sí fue tal vez expresión de la desesperanza y frustración de las personas pobres, jóvenes principalmente, por desear una realidad socioeconómica diferente, más inclusiva y menos elitista.
Desean que aquellos que hoy les acusan de violencia descerebrada intentaran ver más allá de lo que pasa para descubrir el origen de tales actuaciones, subrayaron entonces los expertos.
Para Jake Manu, un estudiante universitario de Tottenham, las tensiones entre jóvenes y policías, incluidas las raciales, han estado fermentando el conflicto durante meses.
En un discurso de castigo criminal, el primer ministro británico, David Cameron, ordenó el aumento de las fuerzas policiales en las calles londinenses y luego, pidió tolerancia cero contra personas implicadas en los incidentes.
Al analizar los sucesos, Cameron atacó a la fuerza del orden al argumentar que sus tácticas no funcionaban y que cometió errores en la lucha contra la violencia y la alteración del orden público.