Los sirios defienden sus derechos en las calles y plazas de la nación ante la injerencia extranjera. Autor: SANA Publicado: 21/09/2017 | 05:15 pm
EL CAIRO, noviembre 25.— El ultimátum dado por la Liga Árabe (LA) a Siria para que acepte la entrada de 500 observadores expiró este viernes, por lo que el organismo regional se aprestaba a analizar este fin de semana las sanciones que aplicará contra Damasco.
En declaraciones a EFE, el vicesecretario general del organismo, Ahmed Ben Heli, dijo a media mañana que el plazo para que Siria acepte a los observadores que deben verificar sobre el terreno la aplicación de la hoja de ruta de la LA para salir de la crisis, había expirado sin respuesta por parte de Siria.
Ben Heli anunció que este sábado se ha convocado a los ministros árabes de Finanzas en el Consejo Económico y Social para que den el visto bueno a las sanciones, y para el domingo queda la aprobación final de estas medidas por parte de los titulares de Exteriores.
Las sanciones económicas previstas estipulan el cese de los vuelos y de los acuerdos financieros con Siria, la congelación de los fondos y el fin de los intercambios comerciales con el ejecutivo de Damasco, con excepción de las mercancías estratégicas que afectan a la población, así como el cese de las transacciones con el Banco Central sirio. Además, los países árabes planean llevar el caso al Consejo de Seguridad de la ONU, lo que podría derivar en alguna resolución que podría pedir una intervención internacional escudada en falsas razones humanitarias, como mismo ocurrió con Libia.
Después que se venciera el plazo de la LA, cientos de miles de personas protestaron este viernes en varias ciudades de Siria, entre ellas Damasco, Alepo y Latakia, para rechazar la iniciativa de la organización panárabe, que calificaron como una violación de la soberanía nacional, según retransmitió la televisión estatal en directo.
En tanto, las autoridades sirias capturaron en la sureña Daraa a miembros de grupos armados, incluidos cabecillas, y su armamento, mientras Jordania admitió el trasiego de armas desde su territorio a la nación vecina.