NACIONES UNIDAS, noviembre 16.— Irán denunció este miércoles la intención de Estados Unidos de presentar ante la Asamblea General un proyecto de resolución sobre un alegado complot contra el embajador de Arabia Saudita en Washington.
Se trata de una acción sin precedentes con serias implicaciones para la credibilidad de Naciones Unidas, sostiene una carta distribuida en la sede de la organización y firmada por el representante permanente de Irán, Mohammad Khazaee.
La misiva está dirigida al secretario general de la ONU, Ban-Ki-moon, el presidente de la Asamblea General, Nassir Abdulaziz Al-Nasser, y los jefes de todas las misiones permanentes.
El texto acusa al gobierno norteamericano de invitar al máximo órgano de la ONU a considerar alegaciones insustanciales en un acto que subvierte el papel, autoridad, integridad y credibilidad de ese foro.
La propuesta estadounidense consiste en un proyecto de resolución titulado «Ataques terroristas contra personas internacionalmente protegidas», para ser discutido en el tema 118: Estrategia global de la ONU contra el terrorismo.
Irán estima que Washington pretende introducir asuntos hipotéticos, circunstanciales y sin sustancia en la agenda de la Asamblea General.
La misiva reitera que ningún órgano o funcionario iraní está involucrado en el supuesto complot contra el embajador saudita en Estados Unidos, Adel Al-Jubeir.
Asimismo, advierte acerca de las consecuencias adversas de la pretensión estadounidense por contradecir el espíritu y letra de la Carta de la ONU y otros textos clave de la organización mundial.
El 11 de octubre pasado, voceros oficiales norteamericanos anunciaron la existencia de un complot iraní para asesinar al embajador de Arabia Saudita en Washington y dinamitar además la sede diplomática de Israel.
En esa ocasión, el representante de Irán ante la ONU rechazó las acusaciones y dijo que se trata de denuncias fabricadas y sin fundamento, basadas en las sospechas expuestas por una persona.
También advirtió a Ban Ki-moon sobre su responsabilidad para esclarecer a la opinión pública internacional en torno a «las peligrosas consecuencias de las políticas belicistas del gobierno de Estados Unidos para la paz y la seguridad internacional».