TRÍPOLI, julio 24.— La residencia del líder Muamar el Gadafi fue el objetivo esta madrugada otra vez de las bombas de la OTAN, dijeron portavoces de esa alianza bélica según los cuales el complejo sufrió «grandes daños».
El nuevo ataque, segundo en dos días, ocurre en medio del Ramadán, el mes sagrado que los musulmanes dedican al ayuno y la oración, y da la impresión de buscar fines sicológicos más que militares pues el lugar, en el céntrico distrito de Bab Aziziya, está abandonado hace meses.
Las detonaciones de las bombas de alto poder destructivo comenzaron a escucharse al inicio de la madrugada, cuando los fieles del Islam por lo general terminan el "iftar", la colación con la cual finalizan cada jornada durante el Ramadán.
De su lado, las autoridades no han circulado información sobre víctimas civiles o daños, como suelen hacer en los últimos cuatro meses de ataques aéreos de la alianza atlántica que buscan desalojar a Gadafi del poder a favor de un autodesignado Consejo Nacional Transitorio (CNT) encabezado por ex ministros del gobierno libio.
La víspera, un parte de la OTAN anunció un bombardeo sobre lo que describió como un puesto de mando militar en esta capital, sin más precisiones.
El reinicio de los bombardeos contra zonas civiles metropolitanas libias fue anunciado la semana pasada por la OTAN «aunque sea el mes de Ramadán», al parecer con la intención de apoyar una ofensiva militar de los opositores del gobierno, incapaces de anotarse victorias sustanciales en el teatro de operaciones terrestres.
Asimismo, un anuncio del vocero libio Musa Ibrahim, en el sentido de que delegados de su gobierno han sostenido contactos reservados con pares estadounidenses en un locación y con una agenda desconocidas, llevan a pensar que los ataques buscan debilitar a las autoridades para obligarlas a ceder en una hipotéticas negociaciones abiertas.
Lo único concreto, hasta ahora, es que las autoridades leales a Gadafi preparan una concentración masiva en esta capital para conmemorar la revolución de los oficiales jóvenes egipcios en julio de 1952 que llevó al poder a Gamal Abdel Nasser, cuyos postulados panarabistas y antiimperialistas propugnó Gadafi hace 42 años cuando derrocó a la monarquía del rey Idriss.
Es habitual que en ocasiones similares el líder libio aparezca en público o, al menos, difunda una alocución grabada a sus parciales, en las cuales marca la pauta de los acontecimientos políticos.