SANAA, junio 6.— El Gobierno yemení frustró la esperanza de la oposición de una transición rápida del poder al anunciar que el presidente Alí Abdulá Saleh, hospitalizado en Arabia Saudí, volverá a Sanaa en los «próximos días», reportó AFP.
Responsables saudíes habían indicado el fin de semana que Saleh volvería tras una convalecencia de 14 días, lo que los «jóvenes de la revolución» vieron como una partida definitiva del jefe de Estado.
Sin embargo, el vicepresidente Abed Rabbo Mansur Hadi frenó su entusiasmo al declarar que Saleh se «recupera bien» de sus heridas —provocadas por el ataque de la pasada semana contra el Palacio Presidencial— y que volverá al país.
En ausencia de Saleh, la tregua propuesta por el rey Abdalá de Arabia Saudita, y negociada por Mansur Hadi con el poderoso jefe tribal de los Hached, jeque Sadek al Ahmar, seguía vigente este lunes en Sanaa.
En una declaración común, Alemania, Francia, Reino Unido, España e Italia exhortaron a los yemeníes a respetar la tregua.
El lunes en la mañana no se registraban combates en la capital, pero las rutas estaban cortadas por retenes de militares o de partidarios del jeque Ahmar. En Taiz, gran ciudad del sudoeste y otro foco de la protesta, también reinaba la calma.