La ya destruida ciudad de Leogane está bajo agua. Autor: Getty Images Publicado: 21/09/2017 | 05:03 pm
PUERTO PRÍNCIPE, noviembre 5.— El huracán Tomás, que azota desde este viernes el noroeste de Haití, provocó hasta el momento la muerte de al menos seis personas, causó peligrosos deslaves y dejó varias ciudades inundadas, lo que podría agravar la epidemia de cólera en el país.
Según detallaba AFP, la ciudad de Leogane, al oeste de Haití, destruida en más del 60 por ciento por el sismo del 12 de enero pasado que causó 250 000 muertes, volvió a sentir toda la fuerza de la naturaleza y está totalmente inundada, al tiempo que se reportan allí dos personas muertas.
En la noche del jueves se reportó un fallecido al atravesar un río crecido con su vehículo. Mientras, en Puerto Príncipe ya había un campamento inundado el viernes por la mañana.
La portavoz de la Oficina de Coordinación de de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), Elisabeth Byrs, afirmó que el hecho de que Haití tenga una fuerte deforestación podría agravar aún más la situación ya que no hay árboles para frenar el lodo. Se teme que al menos medio millón de personas resulten afectadas, en particular los damnificados por el sismo que viven en campamentos de refugiados, agregó.
Otra preocupación mayor es la epidemia de cólera que ya ha cobrado 450 muertos. Se espera que las grandes acumulaciones de agua contaminada se incrementen por las fuertes lluvias, y provoquen un aumento de la infección.
En República Dominicana, situada como Haití en la isla La Española, las lluvias asociadas a Tomás ocasionaron inundaciones que afectaron 1 680 casas; las autoridades de socorro han evacuado a 8 400 personas, reportó EFE.
El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) de esa nación caribeña ratificó la alerta roja (máxima) para ocho provincias, mientras que 13 se mantienen en alerta amarilla (riesgo inminente) y ocho están en alerta verde (preventiva).
Entretanto, en Jamaica 113 personas fueron acogidas en centros de refugio, aunque las autoridades del país levantaron ya todos los avisos y la vigilancia de tormenta o huracán, después de que no se registraran víctimas ni daños en las estructuras de la isla.