Los jóvenes registraron una activa participación en los comicios. Autor: Getty Images Publicado: 21/09/2017 | 04:51 pm
El Partido Democrático de Japón (PDJ) obtuvo una histórica victoria. Los pronósticos estaban en lo cierto y los contundentes resultados electorales, que pusieron fin a más de medio siglo de liderazgo casi ininterrumpido del Partido Liberal Democrático (PLD), muestran, sobre todo, las urgencias del pueblo japonés. Necesitan cambios y apostaron por quienes los prometieron. El reto para el nuevo gobierno será estar a la altura de esas expectativas.
La asistencia a las urnas registró récord. De los más de 104 millones de japoneses convocados, acudieron a votar alrededor del 70 por ciento, unos tres puntos por encima de las elecciones pasadas. El partido que lidera el futuro primer ministro, Yukio Hatoyama —con apenas 11 años de existencia— inicia una nueva andadura política y aspira, ya con el poder, a emprender reformas trascendentes.
Esta formación política, integrada por inconformes con el PLD y otros grupos de distintas tendencias políticas, basó su campaña en la necesidad de gobernar otorgando la máxima prioridad a los programas sociales. El mensaje caló hondo. Los japoneses, que han vivido el descalabro de su economía, el aumento del desempleo y la agudización de contradicciones en el ámbito social por el preocupante descenso de la natalidad y, por otra parte, el envejecimiento poblacional, se lanzaron por las más renovadoras propuestas. También mostraron su enojo ante lo que consideran un mal manejo de la crisis por parte del gobierno saliente.
El PDJ pretende favorecer la natalidad con ayudas económicas directas de 312 000 yenes (2 300 euros) anuales por hijo y el compromiso de escolaridad gratuita hasta la universidad, a partir de un programa de becas. Promete apoyo a los ancianos con mejoras de sus pensiones, así como otras medidas dirigidas a la clase obrera y a los más desfavorecidos. Por otra parte, se enfrenta a una millonaria deuda pública, que roza el 170 por ciento del PIB. Además, deberá enfrentarse a las presiones de los burócratas nipones, acostumbrados a detentar importantes cuotas de poder, incluso, por encima de los políticos.
En política exterior, el gran triunfador anunció un rediseño de las relaciones con EE.UU., incluida su presencia militar en el archipiélago, así como la búsqueda de mecanismos para estrechar las relaciones y aumentar la confianza con sus vecinos asiáticos, especialmente con la República Popular China.
Los medios de comunicación le atribuían más de 300 diputados en la Dieta (Parlamento) al nuevo partido electo de un total de 480 escaños, aunque habrá que esperar los resultados oficiales. De cualquier forma, el dato significa una cómoda mayoría para gobernar, porque desde julio de 2007 poseen mayoría en el Senado.
El PDJ ya está en la línea de partida, como calificara Hatoyama la victoria; se impone que su desempeño logre mantener la confianza de los japoneses que le dieron el voto. Habrá que ver las formas que toma el cambio en el Imperio del Sol Naciente.