La expectación ante la crisis global protagonizó las marchas por la efeméride alrededor del planeta
PARÍS, mayo 1ro.— Trabajadores del mundo entero celebraron las tradicionales manifestaciones del Primero de Mayo con el telón de fondo de una crisis económica que dejó ya a millones de personas sin empleo, y que indujo a multitudes en todo el planeta a destinar la jornada para demandar mejoras salariales, condiciones laborales dignas y el cese de los despidos masivos.
En Bolivia, la ocasión fue propicia para que el presidente Evo Morales presentara seis decretos supremos sobre nacionalizaciones y otros que benefician a amplios sectores sociales y trabajadores del país andino, informó PL.
Ante unas 10 000 personas congregadas en Plaza Murillo, el jefe de Estado explicó que las medidas están dirigidas a respaldar a obreros en diferentes esferas, olvidados por gobiernos neoliberales de turno.
El estadista anunció la nacionalización de Air British Petroleum, la trasnacional que suministra el combustible a la aviación civil en Bolivia. Asimismo, enumeró planes de mayor atención a los maestros urbanos, además de nuevas regulaciones en la contratación de mano de obra, que obligan a los empresarios al pago de salarios a los obreros.
En Ecuador, una multitud de trabajadores del sector público y privado, jubilados y organizaciones políticas de izquierda y de derechos humanos desfilaron pacíficamente por el centro histórico de Quito, mientras que Santiago, la capital chilena, fue igual escenario para que miles de manifestantes, convocados por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), marcharan para protestar contra el desempleo y el freno de la crisis a la economía local.
Otros cientos se volcaron a las calles en Honduras, donde las centrales obreras demandaron cambiar el modelo neoliberal por uno al servicio del pueblo y garantizar el acceso al agua como un derecho humano, informó AFP.
Igual reclamo hicieron dirigentes sindicales peruanos, quienes exigieron al gobierno del presidente Alan García el cambio de la política económica que definieron como neoliberal y favorable a los empresarios.
En las principales ciudades estadounidenses, entretanto, miles se manifestaron para destacar el aporte de los inmigrantes al desarrollo de EE.UU. y para demandar una reforma migratoria justa.
Una de las primeras protestas en Europa, que atraviesa su peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial, tuvo lugar en Berlín, Alemania, donde unas 50 personas fueron detenidas tras los enfrentamientos entre manifestantes de izquierda y la policía, dijo AFP. También en Dortmund, los sindicalistas fueron atacados con palos y piedras por neonazis, de los que 150 fueron arrestados.
En Francia, decenas de miles de trabajadores respondieron a la convocatoria conjunta lanzada por primera vez por las ocho principales centrales sindicales del país para rechazar la política económica del presidente Nicolas Sarkozy y sus medidas ante la crisis.
Convocadas por el Partido Socialdemócrata austriaco, unas 100 000 personas reclamaron equidad fiscal en Viena, mientras en Italia, los dirigentes de los principales sindicatos se reunieron en L’Aquila (centro) para expresar la solidaridad de los trabajadores con las víctimas del terremoto que el 6 de abril dejó 295 muertos en esa ciudad.
Más al este, en Moscú, unos 2 000 simpatizantes del Partido Comunista se reunieron frente a la estatua de Karl Marx con retratos de Lenin y banderas rojas, al tiempo que otros grupos chocaron con la policía en San Petersburgo, con un saldo de un centenar de detenidos.
En la capital rusa, los oradores centraron sus intervenciones en la crisis económica mundial y abogaron por la reinstauración del sistema socialista, que cayó en 1991 con la disolución de la Unión Soviética.