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Nueva York, abril 22.— Destacados intelectuales de América Latina, Europa y EE.UU. expresaron su respaldo al gobierno del presidente boliviano Evo Morales y denunciaron la escalada conspirativa emprendida por grupos oligárquicos que responden a «poderosos intereses foráneos».
En un Llamamiento de la Red de Redes en Defensa de la Humanidad, distribuido por la misión de Bolivia en Naciones Unidas, los firmantes se pronunciaron contra el denominado Estatuto autonómico de Santa Cruz «por su carácter inconstitucional y atentar contra la unidad de una nación de nuestra América», dice PL.
Bajo el título «Denunciemos la conspiración para dividir a Bolivia», el documento insta a todas las personas de buena voluntad a denunciar «por todas las vías posibles esa maniobra divisionista y desestabilizadora». La historia muestra con sobrada elocuencia, precisa el texto, las terribles consecuencias que han tenido para la humanidad procesos de esa naturaleza inducidos y apoyados por intereses foráneos.
Personalidades como la líder indigenista Rigoberta Menchú y el intelectual argentino Adolfo Pérez Esquivel, ambos Premios Nobel de la Paz, el brasileño Oscar Niemeyer, los norteamericanos Noam Chomsky y Howard Zinn, la periodista y novelista mexicana Elena Poniatowska y el sociólogo belga Armand Mattelart, figuran entre los firmantes del Llamamiento.
También lo rubricaron el teatrista español Alfonso Sastre, el ex canciller nicaragüense Miguel D’Escoto,
el ensayista canadiense Keith Ellis, el cineasta mexicano Paul Leduc, y el poeta y ensayista cubano Roberto Fernández Retamar, en una lista que suma 204 adhesiones.
El texto subraya cómo el ascenso al poder de un presidente indígena con un respaldo sin precedentes en su país, y sus programas de beneficio popular y recuperación de los recursos naturales, enfrentó desde el inicio conspiraciones oligárquicas e injerencia imperial.
La escalada conspirativa ha alcanzado en días recientes sus cotas máximas, señala el Llamamiento, tras añadir que las acciones subversivas y anticonstitucionales de los grupos oligárquicos reflejan la mentalidad racista y elitista de esos sectores.
Constituyen además un peligrosísimo precedente, «no solo para la integridad de ese país sino también para otros», subraya el documento.
