Ecuatorianos saludan inicio de la Constituyente. Foto: AP QUITO.— El ex ministro de Energía de Ecuador, Alberto Acosta, del partido Alianza País, fue elegido como presidente de la Asamblea Constituyente de plenos poderes, instalada este jueves en Ecuador, al recibir el apoyo de 121 asambleístas de los 130 que la integran.
Solo se abstuvieron los integrantes del Partido Renovador Institucional Acción Nacional, del magnate bananero Álvaro Noboa, derrotado en las elecciones presidenciales por Rafael Correa. Noboa y su esposa, Anabella Azín, fueron los únicos asambleístas ausentes en la instalación del organismo en su sede de «Ciudad Alfaro«, en la localidad costera de Montecristi, y no presentaron excusas, dijeron las agencias noticiosas.
Acosta fue el constituyente que más votación recibió en las elecciones del 30 de septiembre pasado para la Asamblea, que está compuesta por 80 miembros del partido Alianza País del presidente Rafael Correa, y por 50 representantes de diversos grupos y movimientos políticos, incluidos algunos de la oposición.
En su discurso, el economista de 59 años, llamó a hacer una nueva patria, y reivindicó su compromiso con la «revolución ciudadana» que propugna el fortalecimiento del papel estatal en la economía, dice AFP.
La Asamblea Constituyente tiene previsto reunirse por seis meses con la posibilidad de ampliar su trabajo por tres meses adicionales. El texto constitucional que apruebe el organismo deberá ser aprobado por referéndum, y según adelantó Acosta «será una Constitución de Ecuador, para los ecuatorianos y las ecuatorianas, y no será a la medida de un gobierno».
AP reportó que el presidente Rafael Correa y su vicepresidente, Lenín Moreno, enviaron una carta en la que presentaron sus cargos a disposición de la Constituyente en reconocimiento de que la Asamblea «está provista de poderes totales» y «con el propósito de que esta Asamblea se encuentre libre de decidir sobre el futuro gubernativo de la Patria».
Acosta ya había anticipado que ratificarán en sus cargos a Correa y Moreno, y en sus palabras al ocupar la dirección de la Asamblea Constituyente convocó a los legisladores a asumir el «inmenso desafío: hacer la revolución a través de la democracia, la participación y la paz».