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Saturnino Orestes Armas Miñoso Arrieta. Autor: ESPN Publicado: 26/02/2025 | 09:09 pm
Casualidad o coincidencia, como usted quiera llamarle a lo ocurrido el domingo 1ro. de marzo de 2015 —hace ya diez años—, cuando dos glorias del béisbol cubano, una local: Inocente Miranda Gómez, y otra de alcance internacional: Saturnino Orestes Armas Miñoso Arrieta, dejaron de existir.
El villaclareño Miranda, nacido el 28 de diciembre de 1938, se estrenó en la tercera temporada nacional (1964) con la franela del equipo Azucareros y se retiró luciendo el uniforme de Las Villas en la contienda de 1972, después de haber intervenido en seis series, en las que promedió 240.
Miranda protagonizó un hecho único en los campeonatos nacionales, cuando custodiando el primer cojín de Las Villas, el 11 de marzo de 1969, ¡no sacó outs! contra La Habana.
En cuanto a Minnie Miñoso, este es uno de los peloteros cubanos que con mayor éxito transitó por las llamadas Grandes Ligas, en las que se desempeñó con los Indios de Cleveland, Cardenales de San Luis, Senadores de Washington y Medias Blancas de Chicago. Sumando su labor en las Ligas Negras, en 7 059 incursiones oficiales al cajón de bateo, disparó 2 113 inatrapables, para un average de 299.
Entre sus conexiones se incluyen 195 vuelacercas, además de fletar a 1 089 corredores hacia la goma y estafar 216 bases, casillero que lideró en tres ocasiones en la Liga Americana.
Oriundo de Perico, Matanzas, donde vino al mundo un 29 de noviembre, que algunos sitúan en 1922 y otros en 1925, Orestes Miñoso fue el primer pelotero negro latinoamericano en intervenir en las Ligas Mayores, al debutar con los Indios de Cleveland, en 1949 y dos años más tarde, en 1951, junto al venezolano Alfonso Chico Carrasquel compartió el honor de ser los primeros latinos en participar en un Juego de las Estrellas en ese nivel.
Comenzó su trayectoria en la pelota profesional defendiendo la antesala, pero fue en la custodia de los jardines donde alcanzó notoriedad, al ser distinguido en tres oportunidades con el Guante de Oro en la pradera izquierda.
Muchos se preguntaban cómo el llamado Jackie Robinson cubano, al igual que ocurre todavía con el lanzador Luis Clemente Tiant Vega, con su brillante trayectoria no había sido exaltado al Salón de la Fama de Cooperstown, suceso que se concretó tardíamente en 2022, cuando ya había partido hacia la eternidad.
En noviembre de 2014, el apodado Mr. White Sox, fue uno de los diez peloteros elevados al refundado Salón de la Fama del Béisbol Cubano, algo que, por cierto, inexplicablemente no ha tenido continuidad en un país de tanta tradición en este deporte, donde el béisbol resultó declarado Patrimonio Cultural de la Nación el 19 de octubre de 2021.
