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En el aula con Yosvani (+video)

El recordista con más juegos ganados en un play off habla con Juventud Rebelde sobre cómo se entrena y de su pasión por el béisbol cubano

Autor:

Norland Rosendo

Dicen que sigue siendo el mismo guajiro natural de siempre; pero después de un rato hablando con él, Yosvani Torres me dejó la sensación de haber estado en un aula, delante de un gran profesor.

Habla pausado, pero hondo. A sus 41 años y 16 series nacionales jugadas siente que no puede estar por mucho tiempo lejos de los campos de béisbol, y su amor por el equipo de Pinar del Río y el Capitán San Luis es el mismo de sus inicios en este deporte.

En su expediente figuran 119 victorias en series nacionales y el récord de más juegos ganados en un play off. Fue en la temporada 50, cuando se impuso en seis partidos y tuvo decisiones en nueve, la mitad de los jugados por los Vegueros en aquella postemporada.

Además del oro de ese campeonato (2011), atesora par de títulos más: otro con su Pinar del Río (2014) y el último como refuerzo de Matanzas en 2020.

—Hubo quienes pensaron que con tu contrato en España no volverías a lanzar en Cuba…

—He estado dos años fuera de nuestro béisbol, pero sin dejar de lanzar, sigo entrenándome muy bien, tratando de hacer lo mejor posible con mis lanzamientos. Trabajo siempre en el control y los planos musculares que inciden en los picheos.

—Contigo se confirma la idea de que un pícher con control no necesita de gran velocidad en la recta. ¿Cómo lo logras?

—Hay que ser consciente de las herramientas que uno posee. A los bateadores hay veces que no se les debe repetir la misma velocidad, ni localizar los envíos en la misma zona, pero siempre se les puede desajustar. No puedes tirar más duro de lo que tiene tu recta, pero sí más flojo, mover la pelota arriba, abajo, adentro, afuera, según sea el punto de contacto del adversario.

«Los bateadores se preparan para tu velocidad, mas les resulta difícil ajustarse a tres o cuatro velocidades de un mismo pícher, y si las empleas con conocimientos de sus puntos de contacto, puedes sacar mucho provecho».

—¿Haces un entrenamiento especial, largo, corto…?

—Es un proceso muy largo, de meses, con prioridad en la preparación física. Tengo mi propia rutina de años, acorde con mi capacidad de trabajo y los objetivos, según la etapa; poco a poco voy haciendo algunas modificaciones y para ello busco información con los entrenadores, gente que sepa mucho de béisbol como José Manuel Cortina, Raciel Sánchez, Jesús Bosmenier. Cuando empiezan los campeonatos trato de estar al ciento por ciento.

—¿En qué pones énfasis en la parte física?

—Me enfoco en el trabajo con las piernas, la mecánica y los ejercicios de equilibrio, esos aspectos resultan fundamentales para mi control.

—¿Y haces mucho bullpen?

—Durante la etapa de entrenamiento sí, pero cuando estás bien preparado solo necesitas mantener los ajustes, la mecánica. Por eso, durante la competencia prefiero dejar las balas para el partido.

—Hay teorías que hablan de que los lanzadores no deberían excederse de 80 o cien picheos y otras dicen que la cantidad en el juego no importa si se respeta la relación de trabajo-descanso. ¿Cuál suscribes?

—Las dos son razonables, dependen de la preparación y la capacidad y volumen de trabajo de los pícheres.

«Hay algunos que son más efectivos con una cantidad de envíos. Yo considero que el abridor puede trabajar bastante si está bien preparado físicamente y tiene buena capacidad de recuperación. Incluso, no hay que esperar a una rotación de seis o siete días.

—Después de tantos años con los Vegueros, ¿qué expectativas te quedan en la Serie Nacional?

—Trato de entregar lo mejor posible. Esa es mi filosofía desde mi debut, hace 22 años, y me ha dado resultado. Disfruto estar con los muchachos, darle victorias a mi equipo, no me canso, estoy entero todavía, vamos a ver hasta cuándo.

—¿Entonces no piensas en el retiro aún?

—Todavía no pienso en eso, ya me dirán el terreno, los amigos, la familia y los aficionados cuándo es que debo terminar, pero creo que todavía no quieren.

—¿Y extrañas la temporada cubana cuando estás en España?

—Sí, mucho, esto es algo fuerte, que va con uno siempre. Cuando regresé y vi el estadio desde la lomita donde se sientan los aficionados por el jardín izquierdo, se me aguaron los ojos de la emoción.

—¿Crees que puedan clasificar con tantas bajas en el picheo por contratos en el extranjero?

—A este equipo lo veo con las mismas posibilidades que el mejor que hay en la serie, son muchachos que guerrean, saben jugar el partido bueno y tienen las herramientas para ganar.

—¿Te comunicas con ellos desde allá?

—Sigo el campeonato por internet o por radio Guamá, estoy pendiente de todos los juegos. Les doy ánimos siempre.

—¿Podrás regresar para los play off si el equipo avanza?

—Esta vez no, la liga allá termina en agosto y para entonces ya la serie nacional habrá concluido.

—¿Y es exigente aquel torneo?

—Es una liga muy variada, hay jugadores que estuvieron en Grandes Ligas, otros llegaron a ligas menores o están aún firmados. No te puedes confiar nunca.

Cae la tarde. El juego terminó. Mientras los bateadores se entrenan, Yosvani los observa de cerca y habla algo, bajito. Desde la altura de su historia con los Vegueros, luce un maestro para los jóvenes. Enseña de picheo y de amor por el béisbol.

 

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