La discóbola Yaimé Pérez, una de las favoritas del atletismo cubano. Autor: Henry Browne/ Getty Images Europe Publicado: 07/06/2021 | 07:55 pm
A Yaimé Pérez se le escapó el diamante en la mismísima línea de meta de la temporada atlética. La santiaguera, que había sido la más estable de todas las discóbolas en el mundo en la carrera por el lauro, cedió en la fase final culminada este jueves en Zúrich ante el poderío de dos oponentes de reconocido linaje.
La «rusa» tuvo un disparo de 64,83 metros (m) como mejor intento de la noche, algo lejano del brutal 69,20 de la campeona olímpica Valarie Allman, quien ratificó su condición de dueña y señora de la modalidad en el presente año, así como de los 67,22 de la legendaria croata Sandra Perkovic. Por cierto, la otra cubana en pugna, Denia Caballero, quedó cuarta con 62,21.
La conclusión más sensata tras el fin de la campaña en campos y pistas es que ni Yaimé ni Denia vivieron su mejor temporada, una crisis muchísimo más grave en el caso de la villaclareña, quien disparaba con comodidad sobre los 67 m y hoy apenas llega a 63. En el caso de Pérez, muestra una estabilidad superior, mas para derrotar a una fuera de serie como Allman necesita su forma deportiva suprema.
La norteamericana tiene momentos y momentos. En algunas pruebas, su rendimiento puede resultar engañoso y a veces siquiera rebasa la barrera de los 65 m, aunque en las pruebas realmente importantes suele plantar bandera y dejar claro su dominio. El diamante de 2021, por ende, luce orondo su nombre.
La finalísima de Zúrich, efectuada en su segunda jornada dentro del estadio Letzigrund, dejó notas muy relevantes, muestras fehacientes del extraordinario nivel deportivo que vive el atletismo en la actualidad. Si en Tokio muchas modalidades vieron caer marcas históricas y otras quedaron cerca, el espectáculo en Suiza también estuvo a la altura.
Por ejemplo, otros ganadores se llevaron a casa un diamante y también marcas de respeto, como la venezolana Yulimar Rojas —aunque en el caso de la triplista morocha no sorprenda—, dueña de un brinco de 15,48 m. Otra que festejó en grande fue la rusa Anzhelika Sidorova, quien pértiga en mano superó la varilla sobre los 5,01 m.
En la pista también saltaron las chispas, pues los cronos del hectómetro en uno y otro sexo detuvieron su conteo muy pronto. Así, el canadiense Andre de Grasse cedió la corona a pesar de su «tiempazo» de 9.89 segundos, pues el ganador, el estadounidense Fred Kerley, detuvo los relojes en 9.87. Mientras, la jamaicana Elaine Thompson paseó la distancia con un 10.65 también de escándalo.
De esta manera, corrieron las cortinas con el fin de una temporada por el diamante otra vez muy entretenida y riquísima en cuanto a tiempos y marcas. El año próximo tendremos más.