Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Cuba, olímpica y unida

Si pudiera pedir un deseo, querría que todos los hijos de esta patria se unan como nunca antes y hagamos que la tierra del Sol Naciente se estremezca con nuestro grito de: ¡Cuba campeón!

Autor:

Enio Echezábal Acosta

Durante el último año y medio la humanidad ha tenido que sortear un montón de obstáculos que la mayoría de nosotros jamás imaginó ser capaces de enfrentar. El nuevo coronavirus ha marcado la existencia de este planeta desde su aparición a finales de 2019, y desde entonces la vida ha debido adaptarse a las condiciones impuestas por esa terrible pandemia.

Los Juegos Olímpicos fueron uno de los tantísimos eventos que se vieron afectados por la enfermedad que ya cuenta con 188 millones de infectados y hasta cuatro millones de personas que han perdido su vida. La cita estival tuvo que moverse 12 meses en el calendario, de 2020 hasta 2021, para poder garantizar su realización de la forma más segura posible.

Paralelamente, en Cuba los atletas perseveraron y supieron ser resilientes a los cambios que llegaron. Fuera de sus centros de entrenamiento y de sus rutinas regulares en la preparación camino al gran evento, los integrantes del sistema deportivo nacional pasaron por una prueba durísima antes de poder comenzar nuevamente a incorporarse a su vida en el alto rendimiento.

Pasado todo este tiempo, las olimpiadas son una realidad extremadamente cercana y para cuando se publiquen estas palabras es muy posible que la primera oleada de representantes de la Mayor de las Antillas haya aterrizado ya en la capital japonesa, en donde darán el máximo por competir con dignidad y de paso colocar el nombre de este archipiélago en el sitio más elevado posible.

Un total de 69 integrantes activos llevarán las cuatro letras en el pecho en esta 32da. edición del evento múltiple que tiene a los cinco aros de colores como seña identitaria.

Lucha (greco y libre), boxeo, campo y pista, tiro, remo, canotaje, taekwondo, ciclismo, gimnasia artística, natación, voleibol de playa, halterofilia, judo, pentatlón y tenis de mesa, son las disciplinas en las que veremos salir al ruedo a esta hornada de compatriotas, a quienes desde este lado del mundo, con 13 horas de diferencia, seguramente la inmensa mayoría apoyará, sacrificando con gusto un montón de horas de sueño con tal de estar ahí para enviarles la mejor energía, da igual si es a través de la televisión, la radio o internet.

Por primera vez, la bandera de la Estrella Solitaria será portada por un abanderado de cada sexo, suceso que hará de Tokio 2020+1 un espacio de inclusión sin precedentes. Sí, porque, aunque esto pueda parecer un gesto sencillo, servirá para colocar a Mijaín López y Yaimé Pérez como símbolo de cada hombre y mujer cubano que los admira por encima de cualquier cosa.

Si pudiera pedir un deseo, querría que las próximas semanas sean un momento para que todos los hijos de esta patria se unan como nunca antes, sin importar las diferencias, y que todos los ruidos queden silenciados por la voz de un pueblo que, desde incontables rincones del mundo, se junte para animar a los suyos. Hagamos que la tierra del Sol Naciente se estremezca entera con el terremoto de amor que surja con nuestro grito de: ¡Cuba campeón!

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