En Andy Granda recaen buena parte de las esperanzas de medalla en Tokio Autor: IJF Publicado: 26/12/2020 | 08:17 pm
Todavía se ufanaba el judo masculino cubano de contar con figuras brillantes de la talla de Yordanis Arencibia o Manolo Poulot, cuando Julio Alderete llegó al colectivo de entrenadores de la selección nacional. Y bajo la égida del profesor Justo Noda, un hombre imprescindible en la historia de esta disciplina en la Isla, fue forjando su capacidad como entrenador.
Beber de la savia de Noda e instruirse al máximo lo llevó a tomar las riendas del equipo y hoy, casi dos décadas después, tiene en sus manos la responsabilidad de dirigir a un elenco de figuras jóvenes y talentosas, algunas de ellas, incluso, con serias posibilidades de obtener resultados importantes en los venideros Juegos Olímpicos de Tokio en 2021.
«Desde el año 2000 estoy al lado de Justo y he tratado de adquirir conocimientos y de acercarme a su manera de dirigir y entrenar. A mí me fue preparando para esta responsabilidad y todavía nos comunicamos y ayuda en todo lo que puede», dice al respecto Alderete a los lectores de JR.
Actualmente, tres atletas poseen aspiraciones de conseguir una medalla en la cita bajo los cinco aros por su ubicación en el ranking, mientras quedan esperanzas de que Orlando Polanco, de los 66 kilogramos (kg), pueda asistir al magno evento. Los candidatos a preseas son, según Alderete, Magdiel Estrada (73 kg), Iván Silva (81 kg) y Andy Granda (+ 100 kg). De ellos, Silva es el máximo favorito para escalar al podio debido a su currículo, en el cual luce incluso una medalla de plata mundial.
«La salud del judo masculino ahora mismo está muy bien. Cuando comenzamos el ciclo nos planteamos objetivos importantes como ganar los campeonatos panamericanos del deporte, que lo logramos en 2017 y 2018, ganar los Centroamericanos y los Panamericanos, meta que también conseguimos», aclara el técnico.
Sobre la preparación rumbo a la cita olímpica, Alderete explica que «de forma general hay una alta motivación en el equipo, tanto de los que están optando
a un cupo en el proceso de clasificación olímpico como del resto, porque está el compromiso, después de Tokio, de incluirse en los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
«En el caso de los tres que están en zona para asistir a la magna cita, Magdiel, Andy Granda e Iván, se están preparando muy bien para enfrentar lo que queda antes de los Olímpicos en 2021, como son el Máster de Catar, el Grand Slam de Israel y el Grand Slam de París, más el Campeonato Mundial de Budapest», añade.
Magdiel y la deuda pendiente
Magdiel Estrada es consciente de la necesidad de dar el salto definitivo en un torneo mundial. En su aval lucen preseas en torneos de Grand Prix y supremacías panamericanas, pero la afición y él mismo han subido un escalón en cuanto a exigencia.
«La suya es una división muy poblada en la que hay un alto nivel. Yo estoy convencido de que su talento está a la altura de los mejores del mundo y es cierto que tal vez hemos esperado en otras ocasiones un resultado superior, pero ahora mismo estamos trabajando precisamente en eso, en conseguir esa actuación que ofrezca la mejor versión de Magdiel», aclara el entrenador jefe del equipo nacional de judo masculino.
El propio Estrada, por su parte, dice estar en plena forma física, pese a los estragos del tiempo de confinamiento: «Estuve un poco pasado, pero ya me encuentro nuevamente en el rango habitual. Estos siete u ocho meses estuvimos prácticamente parados, con muchas dificultades para entrenar, algo nuevo que nunca había pasado y que nos obligó a encontrar soluciones».
Sobre la deuda en certámenes de primer nivel, dice: «No creo que haya sido por problemas técnicos o sicológicos. Soy un atleta que tengo variedad en mi repertorio y no creo que sea mental tampoco, porque uno siempre sale a ganar. Quizá han habido factores que influyen y yo otras veces no he estado al ciento por ciento».
Silva y Granda, las principales apuestas
La condición de medallista mundial y la lucidez mostrada en sus últimos combates, así como en enfrentamientos ante figuras de renombre mundial, otorgan a Iván Silva la responsabilidad de ser el principal exponente del equipo masculino de cara a Tokio.
En la división de Iván Silva hay alrededor de diez
atletas que pudieran estar en el podio, aclara Julio Alderete, pero el mejor posicionado hasta ahora es el español Nicoloz Sherazadishvili. Añade el preparador que hay que prepararse para todos los adversarios y el colectivo técnico ha realizado un estudio de combates bastante minucioso.
«Me siento muy bien y los resultados durante el ciclo olímpico hablan por sí solos, pero siempre se puede mejorar y en eso estamos trabajando, quedan siete meses de aquí a los Juegos Olímpicos, y aunque el propósito es la medalla la idea es ir poco a poco mejorando y superándome cada día», considera Silva.
Agrega el matancero que «el español es el rival a vencer, pero no es el único, para ganar la medalla hay que superarlo a él y a todos los que participen, que son muy competitivos».
Por su parte, Andy Granda tendrá la responsabilidad de mantener en alto una división que tradicionalmente ha rendido frutos para Cuba y en la cual sucede, nada menos, que a Oscar Brayson.
«Atravieso uno de los mejores momentos de mi carrera deportiva, pero debo seguir preparándome bien duro, pues el próximo año empezamos compitiendo en el Máster y allí la idea es alcanzar un buen resultado que me permita obtener puntos para mejorar mi ubicación en el ranking y acercarme a los primeros puestos. Luego habrá otras competencias, siempre con la idea de llegar a Tokio lo mejor posible», declara Granda.
Sobre su relación con Brayson, recuerda la ayuda que le ofreció desde que era atleta, cuando entrenaban juntos y el medallista mundial y olímpico le ofrecía sus consejos en momentos en que Andy competía en la división de 100 kg: «Ahora me sigue apoyando como puede y defendemos la idea de mantener la mayor división al más alto nivel. El entrenamiento es el que da la medalla».
Tokio y los Centroamericanos en la mirilla
Para el colectivo técnico el reto de ver a un atleta (o más) en el podio de Tokio, representa la principal motivación en el trabajo diario. «De forma general hay una alta motivación en el equipo, tanto de los que están optando por un cupo en el proceso de clasificación olímpico como del resto, porque está el compromiso, después de la cita bajo los cinco aros, de incluirse en los Juegos Centroamericanos y del Caribe», concluye Alderete.
Alderete confía en las posibilidades de sus discípulos. Foto: Tomada de Cubadebate