Jorge Luis Peña descuella por su producción de jonrones en la Serie. Autor: Juan Moreno Publicado: 03/10/2019 | 09:52 am
Cuando ya dábamos por terminada la entrevista, me dijo: «Se me olvidaba. No deje de poner que mi papá ha sido mi más grande impulsor. Él lleva mis estadísticas y no se pierde un juego mío, si no va al estadio, lo ve por televisión o escucha el radio».
Esa fue la despedida entre JR y el actual líder jonronero de la Serie Nacional 59, el holguinero Jorge Luis Peña (encabeza ese departamento junto al cienfueguero Yusniel Ibáñez, con diez batacazos). Momentos después, el muchacho de Birán, del municipio de Cueto, se enteró de que su nombre apareció en el listado cubano de la preselección rumbo al Premier 12.
De 24 años de edad, Peña debutó por la puerta ancha en nuestras series nacionales, cuando le desapareció la esférica, en su primera comparecencia —1ro. de septiembre de 2015—, al relevista guantanamero Roeldis Martínez.
En la actual temporada está muy cerca de su acumulado de cuadrangulares en los cuatro campeonatos anteriores, en los cuales pegó 12 palos de vuelta completa, y es el máximo impulsor de los Cachorros de Holguín (25) y segundo en hits (42).
«Todo se debe al entrenamiento y el sacrificio que realizo año por año. He llegado a este momento porque me lo propuse, como tiene que hacer todo pelotero», reconoció el jardinero central de la novena holguinera, quien consideró «el trabajo con las pesas algo muy importante, pues de ellas depende, en gran medida, que esté, físicamente, bien preparado para un campeonato en que se juega mucho de día y es fuerte el rigor del calor y el sol, además de que la Serie Nacional, sumadas las dos etapas, es bastante extensa».
Echó por tierra aquello que le planteaban de que no era bateador de jonrones: «No salgo a buscar un gran batazo, como dicen los que saben. Tuve en mi compañero Lerys Aguilera una ayuda. Él me corrigió la salida del swing, el ángulo y el recorrido. También mi entrenador de bateo, Felicio García, me apoya, me exige y pone el mayor empeño para que tenga resultados».
Peña aún se poncha más de lo que desea, «unas veces por culpa de que les voy a malos lanzamientos y otras porque los árbitros lo han decidido. Es un aspecto que tengo que mejorar, entre otras cosas, pues afecta mi rendimiento general y hay entrenadores que valoran mucho una alta cantidad de ponches tomados».
Juega el center field con comodidad, de los tres jardines es el que más le gusta y el que ha defendido con frecuencia; aunque puede desempeñarse en todas las praderas, aclaró.
«Cuando ocupo un turno de alta responsabilidad no me presiono, lo que sí hago ajustes porque todos los puestos en una alineación son diferentes. Juego a juego, uno tiene que irse adaptando y tratar de hacerlo bien todo, sea cual sea el lugar en el orden al bate», manifestó.
Su pelotero favorito y al que observaba con detenimiento era Héctor Olivera, exintermedista de los conjuntos santiagueros. Entre los jardineros, conoció del boricua Roberto Clemente, «una estrella en cualquier rol, y que jugaba una pelota caliente». También admira a Michel Enríquez. Una tía de Peña, de la Isla de la Juventud, le obsequió un libro sobre la vida deportiva de ese beisbolista y el holguinero lo lee en estos momentos.
Acerca de su posible aparición en la segunda etapa del torneo, comentó: «Con la mayor disposición representaría a cualquier equipo que me solicite de refuerzo, como si es Pinar del Río. Jugaría con la misma entrega que con Holguín».