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La temporada cubana de pelota entró en el último tercio de la fase preliminar con 12 equipos con potenciales posibilidades para jugar al menos en los play off de comodines. Autor: LAZ Publicado: 23/09/2019 | 08:22 pm
La temporada cubana de pelota entró en el último tercio de la fase preliminar con 12 equipos con potenciales posibilidades para jugar al menos en los play off de comodines, pero solo diez parecen los más fuertes candidatos y ni Camagüey, el líder en la tabla de posiciones, tiene garantías de llevarse un boleto directo.
Podríamos pasarle raya roja a los cuatro últimos: los decepcionantes Villa Clara y Holguín y a dos que en nada se han parecido tampoco al año pasado cuando mostraron recuperación, Mayabeque y Guantánamo. Aunque aún conserven frágiles alianzas con don Pitágoras, el terreno dice todo lo contrario, y créale a este, que siempre dicta la última palabra.
Vamos a manosear un poco la bola de cristal, pese a que pocos, o nadie, ha podido leer con acierto sus enrevesados presagios. ¿Quiénes estarán en el grupo de ocho que rebase los 45 juegos?
Los Toros de Camagüey es posible que ronden los 30 triunfos, una cifra que les aseguraría evitar los play off de comodines, aunque de las cuatro subseries que le faltan, tres son ante equipos que buscan también cupos directos (LTU, SCU y SSP). Si barren a Guantánamo, prácticamente cumplirían la tarea.
José Raúl Delgado debe apostar al mejor saldo posible en su visita al Sandino de Santa Clara. No solo por lo inofensivos que andan los Leopardos, sino porque a ese rival siempre le han ofrecido tenaz resistencia hasta en los tiempos en que Villa Clara era de los equipos temidos en la liga cubana. Ahora, cuando menos podrán encajarle par de espuelas y cuidado… El resultado de ese pareo posiblemente impacte en su ubicación final, pues después le tocan Cienfuegos, Las Tunas y Camagüey, en línea.
No menos complicado es el cierre de Santiago de Cuba. Su adversario ahora es Granma, que está galopando como puede, añorando su ofensiva de antaño, por un puesto en los comodines y sabe que un resbalón lo puede sacar de esa carrera. Del resto, Holguín debe ser la presa más fácil, cuando se enfrenten ya quizá esté solo en plan vitrina, con sus mejores muchachos exhibiendo herramientas para ser fichados por los seis sobrevivientes. Camagüey y Matanzas son par de huesos duros para las Avispas.
Los Cocodrilos, cuya afición aplaude con recelos, mirando de reojo las decepciones de la última década, lucen sólidas mandíbulas para morder un pasaje directo. Son los que más jonrones pegan (36) con un Poder Aislado (SLU-AVE) de .149, bastante bueno en un campeonato en el que el poder no es lo que más distingue a los bateadores y sus pitchers abridores caminan más de cinco entradas, un lujo del que blasonan me-nos de la mitad de los equipos.
Un saldo favorable, y si hubiera algún escobazo muchísimo mejor, ante Artemisa y Villa Clara les allanaría el camino, pues los Vegueros siguen fumando del tabaco de las esperanzas y su último contendiente será Santiago de Cuba. En esa subserie, incluso, podría estar en un juego un cupo para avanzar por la alfombra roja hacia el segundo segmento del torneo, al tiempo que el perdedor iría a los play off por los wild card.
El paso seguro de los Elefantes tiene desde ayer su prueba de fuego del último tercio: PRI, SSP y GRA, pues se despiden de este tramo con Villa Clara, que para entonces solo buscará, y a lo mejor ni eso, no rubricar su peor actuación en series nacionales. Con siete u ocho éxitos los sureños podrían asegurarse un tique sin pasar por la lista de espera, pero no todo puede depender de su producción de largometrajes (30 bambinazos) y la labor de su as de la rotación, Yasmani Insua. Por suerte, el mentor Alaín Álvarez se jacta de la química grupal lograda entre sus jóvenes y experimentados jugadores con Pavel Quesada castigando la bola como quiere y Yusniel Ibáñez remolcando hombres a su antojo.
El campeón Las Tunas ha estado flotando en la tabla de posiciones, pero sin desconectarse del cuarteto de la vanguardia. Sus opciones de sacar pasaje directo son muchas. Según el estadístico de ese equipo, Rolando Lluch, sus abridores son los únicos que tiran como promedio dos tercios de juego, y eso es una garantía en un campeonato en el que los mentores agonizan cada vez que deben acudir al bullpen antes de tiempo.
Los Leñadores, luego de contender con sus vecinos líderes en la tabla, se las verán con dos de abajo en el ordenamiento, Ciego de Ávila y Mayabeque, además de enfrentar a Sancti Spíritus. Los Tigres, heridos de muerte, no dejan de ser peligrosos y los Huracanes casi barren a los Leones. Pero no hay dudas de que terminar el calendario con uno de los equipos menos fuertes ofrece ventajas.
Esos seis equipos, según mis cálculos, estarán al menos en puestos de comodines. Por los otros dos boletos a los veleidosos play off de mediados de temporada auguro una batalla brutal entre Granma, La Isla, Industriales, Pinar del Río y Ciego de Ávila, pese a su mala racha, sin descartar a Artemisa.
De esos candidatos, los Azules tienen el camino menos embarazoso: HOL, VCL, IJV y ART, pero no crea usted en enemigos fáciles y menos cuando quedan solo para ser noticia por sus zancadillas. La subserie con los Piratas puede despejar el rumbo de uno de ambos equipos. A Rey Anglada no le basta con su poderosa artillería, a pesar de que cuenta en el banco con hombres que fueran cómodamente regulares en casi todos los demás equipos.
Luego de su choque con los Leones, los isleños jugarán con otro adversario que podría ir a su último compromiso aún con esperanzas, los Vegueros de Alfonso Urquiola. Antes, los de la isla ultramarina deberán sacar buena renta de sus cotejos con Mayabeque y los Cachorros, o si no, ya llegarían prácticamente descartados, tras una campaña en la que sin mucho ruido se han mantenido alegrando a sus parciales.
Pinar del Río se lo juega casi todo en los seis partidos que efectúan desde este lunes con Cienfuegos y Matanzas, uno detrás del otro. Si salen bien de ambas subseries, a Mayabeque no le pueden dejar sacar una uña siquiera, para después batirse con los Piratas.
Los Alazanes de Carlos Martí han estabilizado su paso en las últimas jornadas. Su ataque debe ser más efectivo y abundante para apuntalar las aperturas de los Blanco, Lázaro y Erluis, y los rescates de Carlos Santana, quien aparece entre los líderes en esa función. Después de jugar con los indómitos, se las verán con Cazadores, Elefantes y Tigres.
Ciego de Ávila tiene una oportunidad ahora frente a la Tribu del Guaso, ganarles los tres juegos les pondría fin al mal momento y relanzaría su candidatura, pues después chocarían con Las Tunas. Concluyen con Artemisa y Granma, y esa última podría ser de vida o muerte, para ambos, inclusive. Más duro es el final de los Cazadores: Matanzas, Granma, Ciego de Ávila, e Industriales.
De ese sexteto veo con ligerísima ventaja a Leones y Alazanes. ¿Qué cree usted?
