En un juego muy cerrado, los hombres de Pablo Civil no pudieron arañar demasiado la pintura a los venezolanos, y cayeron por la mínima. Autor: Roberto Morejón Rodríguez Publicado: 06/02/2019 | 11:07 pm
Ciudad Panamá.— Se cumplió el axioma: los juegos cerrados se deciden por un error o un jonrón. En el Rod Carew, lo segundo, de día, es casi imposible. Los Cardenales de Lara se colaron por el mismo agujero que encontró el rodado de Rangel Ravelo en la zona de las paradas cortas, para ganar su segundo partido en la Serie del Caribe y comandar invicto el grupo.
La pizarra era una larga cadeneta de argollas tejidas por los abridores Freddy Asiel Álvarez y Wilfredo Boscán, empeñados en subirse uno al otro la parada. Ambos cumplieron con creces su función, aunque el cubano cargó, inmerecidamente, con el revés.
La pifia en fildeo de Alexander Ayala en el séptimo capítulo se combinó con un boleto bien ganado por el cuarto bate Luis Jiménez ante el primer relevista Yoanni Yera (llegó a conteo de 3-2), y lo demás fue ejecutar correctamente ante Liván Moinelo lo que dicta el librito táctico: un toque en sacrificio y un elevado hacia el bosque derecho para quebrar el 0-0.
Para el mentor de los Pájaros Rojos, José Moreno, las dos claves del éxito fueron el pitcheo de Boscán y el boleto a Jiménez, y también ponderó el bullpen que tan buen trabajo hizo durante la temporada de la liga venezolana.
En exclusiva para JR el director venezolano dijo que «el equipo cubano es aguerrido, bastante competitivo y confirmó a Raúl Rivero para el próximo duelo entre ambos conjuntos. Tenemos dos victorias, pero no nos podemos confiar».
Boscán dominó en 6.1 innings y dejó la definición para el bullpen, tras sacar el out 19 ante el bateador de más linaje de la tanda insular, Alfredo Despaigne. Si él estuvo absolutamente hermético, igual se comportaron Alexis Rivero (el ganador por esas ironías de las reglas), Ricardo Gómez y el cerrador Pedro Rodríguez.
Entre todos retiraron seis episodios de 1-2-3 y solo dos hombres les llegaron a posición anotadora, y en ambas ocasiones con par de outs: Yurisbel Gracial en el segundo capítulo ancló en tercera y una entrada después Yuniesky Larduet se coló en segunda. Nada más. Y para limitar aún más el abanico de opciones tácticas, jamás los lanzadores morochos embasaron al primer bateador de un inning.
Una vez más en su carrera, Freddy Asiel tiene una apertura de calidad y se va por la puerta estrecha. Pareciera una maldición, ayer estuvo en tarde excepcional: con control, tanto de sus pitcheos como de sus emociones, solo le ligaron tres hits, ponchó a un trío de rivales, caminó a uno solo y de sus 71 pitcheos, 54 fueron strike.
La última actuación de Freddy Asiel en series del Caribe había sido en 2017 ante un equipo de Venezuela. Entonces sacó un solo out y le marcaron tres carreras limpias con cinco hits. Aquella vez explotó ruidosamente y no perdió, y hubo, durante su efímera actuación, también un error de Ayala; ahora dio una clase magistral y se va con la X en la casilla de las derrotas. Así es de irónico este deporte.
Dijo que se iba triste, pero contento. «Triste porque Cuba perdió y contento por haber hecho mi trabajo. Aquí lo importante es que seamos campeones», comentó al término del choque el diestro de Villa Clara.
Pablo Civil, el mentor de los Leñadores, calificó de excelente el partido, «los dos equipos se batieron, muy buen pitcheo, dimos un hit más (4 por 3) y le pegamos bien a la pelota, pero en este estadio la bola camina poco. Estamos tranquilos, vamos a hacer los ajustes necesarios para ganarle mañana (hoy) a México y definir el sábado ante los Cardenales».
Pablo no descartó hacer cambios en la alineación, pero dijo que de hacerlo serían mínimos y que puede, incluso, mantener la misma.
Para enfrentar a los Charros empleará a un lanzador derecho y no a un zurdo como inicialmente tenía previsto. Entre Yoalkis Cruz y Yariel Rodríguez estará la elección, según sus declaraciones. Del primero ponderó que cuenta en su repertorio con pitcheos semejantes a los de Lázaro Blanco, quien ya fue confirmado para el partido del adiós en la fase de grupo, el sábado.
Tras tres jornadas del torneo, por las tardes, si no quieren ser out, lo mejor es que los bateadores no intenten empinar la bola. El aire bate fuerte en contra de ellos. Los dos únicos jonrones conectados antes del juego de anoche habían sido con luz artificial.
Bajo el sol, el plan táctico debe ser otro, lo demostró Alfredo Despaigne el martes; con licencia para buscar un palazo se concentró en lograr contactos sólidos de línea.
La primera sorpresa del torneo la protagonizaron los anfitriones el martes por la noche. Nadie imaginó que el regreso de Panamá a las series del Caribe después de 59 años de ausencia fuera con un triunfo sobre las Estrellas Orientales, de República Dominicana.
Los dominicanos no regalaron nada, incluso, les pusieron a dos de sus mejores pitchers, Yuniesky Maya y Odrisamer Despaigne, pero los Toros los embistieron 4-2.