Juan Vila elogió a los jugadores de Cuba. Autor: Abel Rojas Barallobre Publicado: 21/09/2017 | 07:01 pm
En los Juegos Centroamericanos y del Caribe de La Habana 1982, el dominicano Juan Vila Reinoso se tituló en una de las modalidades del tenis de mesa. En la historia de las citas regionales es el tenimesista masculino más premiado con 11 medallas: seis coronas, cuatro subtítulos y una de bronce.
También agrupa un quinteto de preseas en juegos continentales y desde hace dos años es presidente de la Unión Latinoamericana de este deporte. De visita en Cuba por la celebración del Campeonato del Caribe en la habanera Ciudad Deportiva, dialogó con JR.
—¿Bajo qué circunstancias le fue otorgada la sede de este campeonato a Cuba?
—Esta nación ha sido, históricamente, una de las grandes propulsoras del tenis de mesa y solicitó la sede del evento, junto a Trinidad y Tobago, pero este último desestimó luego la petición. Durante las décadas de los 80 y los 90 del pasado siglo, Cuba fue una nación activa para acoger certámenes internacionales de este deporte, al igual que en el inicio del nuevo milenio.
«Cuba está luchando por insertarse con los nuevos requerimientos y cumplir con los estándares de calidad de la Federación Internacional, que son muy exigentes en cuanto al escenario, las telecomunicaciones y las nuevas tecnologías. Estamos apostando porque en un futuro cercano pueda acoger un campeonato panamericano».
—¿Complacido con la cantidad de atletas y países que han asistido?
—Muy contento. Trece países es una cifra excelente si analizamos eventos del Caribe de otros deportes, al igual que casi 90 atletas. Sin dudas que es un gran acicate para futuros compromisos.
—Desde su apreciación, ¿atraviesa el tenis de mesa cubano un momento loable?
—Se mantiene entre los grandes campeones, todavía ofrece un tenis de mesa de mucha calidad en el área e incluso fuera de ella. También, el actual titular centroamericano es el habanero Andy Pereira, un jugador muy experimentado. Él y Moisés Campos fueron los primeros exponentes de Latinoamérica en clasificar a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Esa tradición y el nivel de juego de los cubanos son respetados en la arena internacional, te lo aseguro.
«Tanto Andy como Moisés son dos jugadores estables dentro del top del tenis de mesa latinoamericano; también Liván Martínez tiene muchas condiciones. Entre las mujeres veo con buenas credenciales a Shelly Machado, pero, honestamente, Cuba es una cantera de talentos entre las categorías menores».
—Alguien como usted puede formular un criterio sobre las principales desventajas técnicas de nuestros jugadores.
—Primero que todo, hay una deficiencia que llega por el poco contacto internacional, que atenta contra el desarrollo técnico de esta disciplina. Pero hay algo que los atletas de aquí deben mejorar y es el golpeo arriba de la pelota, pues cada vez menos se deja bajar en el mundo. Una virtud que no puedo obviar es el sistema de entrenamiento que caracteriza a los cubanos; considero que es la nación del área que más se acerca al método de preparación de China.