Alfonso tiene sueños muy ambiciosos en este deporte. Autor: Manuel González Bello Publicado: 16/07/2024 | 12:47 am
Por lo general, las finales en cualquier deporte suelen ser reñidas. No obstante, en la discusión por la medalla de oro del baloncesto masculino de los Juegos Escolares Nacionales (JEN) la realidad fue completamente diferente. En la sala polivalente Ramón Fonst, los locales de Capitalinos alertaron desde el mismo primer cuarto que ese choque podría terminar con una diferencia abismal en la pizarra. Y así fue, con todo y que Santiago de Cuba mantuvo su espíritu de lucha durante casi todo el enfrentamiento. El marcado nivel de la tropa de Antonio Revé propició que el título fuera a sus anaqueles, tras vencer 117-63 —54 puntos de ventaja.
Entre los principales artífices de que Capitalinos haya ganado el básquet varonil de los JEN por tercera edición sucesiva está el versátil Iván Daniel Alfonso, con un magnífico trabajo ofensivo en el juego decisivo y durante la etapa clasificatoria, en la que su conjunto cerró invicto.
Su rendimiento, como muchos esperaban, le hizo merecedor del premio MVP del torneo.
Minutos después de conseguir la corona y de ser galardonado Juventud Rebelde conversó en la duela de la sala Ramón Fonst con el adolescente de 15 años, residente en el municipio de La Habana del Este.
Cuenta que un día, jugando básquet callejero, una entrenadora lo vio y quedó complacida con el talento que proyectaba. Luego llegó al elenco de Capitalinos, categoría 7-8, y a partir de ahí su interés por este dinámico deporte no ha parado de crecer. Su padre, Iván Alfonso —coach del colectivo campeón en esta versión de los JEN—, ha sido determinante en la calidad y las aptitudes que el júnior hoy exhibe.
Sobre el cetro, del que él fue protagonista indiscutible, afirma que ese fue el objetivo número uno antes de iniciar la lid y por el que se prepararon fuertemente durante siete meses bajo el sol y en el cemento en la EIDE Mártires de Barbados, según explica el director técnico Revé.
Nunca buscamos resultados individuales, aquí se vino a ganar, asegura Alfonso, quien destacó la unidad y el team work entre las principales fortalezas de su equipo en cada una de las fases del campeonato.
«En el último partido, ante Santiago de Cuba, luchamos por sacarle ventaja desde temprano y al finalizar el primer período la diferencia era grande. Poco a poco fue aumentando y pudimos terminar en el primer lugar. Me sentí muy bien en el torneo, a pesar de varios errores que cometí en la cancha. Realmente me encantó haber obtenido el reconocimiento de MVP, no me lo esperaba. Ahora seguiré enfocado en continuar avanzando en mi carrera deportiva y en el futuro me gustaría jugar con Capitalinos en la Liga Superior, integrar la selección nacional y desempeñarme en ligas extranjeras, como la española o la NBA», revela.
Sus ídolos en el equipo Cuba son los también habaneros Jasiel Rivero y Karel Guzmán, mientras admira a dos de los exponentes icónicos de la NBA estadounidense, Michael Jordan y Kobe Bryant, de quienes conoce varias anécdotas.
«Jordan, cuando estaba en la secundaria, no destacaba por su altura y permanecía muchas veces en la banca. De un año a otro, creció, ganó varios centímetros y en poco tiempo comenzó a escribir su gran historia», relata Alfonso.