Caricatura de béisbol. Autor: LAZ Publicado: 21/09/2017 | 07:00 pm
Los más recientes resultados internacionales del béisbol cubano, con saldo de diez victorias y 23 derrotas entre los dos equipos —uno en la Liga Can-Am y el tope con los universitarios de Estados Unidos, y el otro en el Torneo Interpuertos de Rotterdam, Holanda— no ha hecho otra cosa que confirmar la necesidad de hacer cambios estratégicos para evitar que peligre hasta el oro en los próximos Juegos Centroamericanos y del Caribe, en Barranquilla-2018.
Tan intenso es el debate que hasta la Comisión de Salud y Deporte del Parlamento cubano anunció que le dedicará tiempo al tema del béisbol en su próximo período ordinario.
A JR siguen llegando por todas las vías posibles —algunas inimaginables, como papelitos con amigos de otros medios— las opiniones de nuestros lectores, preocupados por lo que está sucediendo con la pelota nacional.
Hoy publicamos una pequeña muestra de esos criterios. En términos estadísticos es, más o menos, uno de cada 20 recibidos en los últimos días. Pero como me dijo hace poco un experto entrenador de este deporte: «el béisbol no es patrimonio de unos pocos; la opinión de todos cuenta».
Muy sugerente lo que me envió un asiduo lector de nuestra página deportiva, llamado Luis Alberto: «Sigue la misma historia y no se logran resultados, y para los fracasos siempre hay justificaciones. Por el mismo camino vamos a seguir llegando al mismo lugar. Cambiemos el camino para que el destino sea otro, uno mejor, el que queremos los cubanos para nuestro béisbol».
Para el forista que firma como Rafa_GA: «eso de que vamos a un torneo a ganar experiencia no lo veo bien. A un torneo hay que ir a ganar. Antiguamente los equipos de béisbol de Cuba salían con la convicción de que iban a triunfar y esto nos dio prestigio y respeto».
Con añoranza por los años pasados, William Macías cree que lo que hizo grande el deporte en Cuba fue la práctica masiva. «Los (Antonio) Muñoz, Pedro José (Rodríguez), (Luis Giraldo) Casanova o Rogelio (García) salieron del campo, ahora solo unos pocos municipios aportan a la Serie Nacional y eso limita muchísimo la calidad».
En esa cuerda se mueve Enrique15: «Uno de los problemas de nuestro béisbol es que al parecer no se sale a buscar el talento. Yo no puedo creer que en Cuba no haya cien muchachos por ahí que puedan tirar 90 millas o más. Vaya, 50 muchachos. Tiene que haberlos, solo que no los buscamos».
Según Osvaldo, «estamos recogiendo lo que hemos sembrado: métodos y estilos de entrenamiento obsoletos, poca exigencia a los deportistas, falta de condiciones, y de medios y equipamiento adecuado para los entrenamientos. En este ciclo olímpico haremos el gran papelazo».
Luis toca dos aspectos clave: «Es verdad que varios muchachos talentosos han emigrado, se van muy jóvenes para tratar de llegar temprano a las Grandes Ligas, pero aquí ya no se juega pelota como antes en todos los pueblos, y para más desgracia se transmite por televisión el mejor fútbol y no la mejor pelota».
Más dolido se siente Arnaldo, para quien «la actuación del béisbol cubano en esta temporada internacional no merece comentarios, sino calificativos: desastroso, vergonzoso. Hay que remover la mata para que solo queden las frutas buenas y las buenas cabezas de pensamientos autocríticos y renovadores».
Palax también aboga por cambios: «Algo está fallando hace rato y no se acaban de tomar las decisiones acertadas. Repito, el béisbol como deporte nacional corre un grave peligro de extinción, si no se actúa para lograr que nuestros jóvenes, niños y niñas sientan la pasión por este deporte. Hay que comenzar a comercializar bates, pelotas y guantes para que se juegue».
Y cierro con una voz autorizada en este deporte, el Doctor en Ciencias Franger Reynaldo: «Los que queremos este deporte en nuestro país debemos de cuidarlo, defenderlo, cada uno desde su posición, como sea posible, y alguien tendrá que leer y oír lo que se dice; quizá logremos así que se haga algo por lo que más queremos muchísimos cubanos: el béisbol.