Los voleibolistas de playa de Cuba han impresionado a todos. Autor: Roberto Morejón Rodríguez Publicado: 21/09/2017 | 06:36 pm
RÍO DE JANEIRO.— Mucho antes de que la delegación cubana aterrizara en esta hermosa ciudad con el objetivo marcado de superar la actuación en Londres hace cuatro años, se sabía que para salir airosa de semejante empresa se necesitaba una elevadísima cuota de eficiencia. Ahora, después de una semana de acción, la dosis necesaria se ha multiplicado hasta obligar casi a una actuación perfecta en lo que resta de certamen.
Lo visto hasta el momento es prueba suficiente de que el reto será mayúsculo, pues en algunos deportes la cuenta ha quedado en números rojos. Y hasta el momento, el judo ha sido el mejor ejemplo, con la conquista de apenas una medalla en la rama femenina, y sin un título que exhibir durante el ciclo que nos separa de la cita estival de Tokio 2020.
De las dos grandes figuras que apuntaban con seriedad al podio, solo Idalys Ortiz logró llegar a la final de su división y su medalla de plata está fuera de cualquier cuestionamiento. Sin embargo, Asley González quedó por debajo de las expectativas, y el resto apenas tuvo respuesta ante el infortunio que les acompañó en el sorteo.
Lo anterior no significa que nuestros exponentes no se hayan entregado a fondo en busca del mejor resultado —ahí está el caso de Yalennis Castillo o Alex García—, pero lo cierto es que hoy nuestro judo está algo distante de lo que un día fue, y sería irresponsable no asumirlo.
En el acápite de las deudas tienen cabida el remero Ángel Fournier, otra de las grandes esperanzas de medalla atendiendo a su desempeño en los últimos años, pero después de cubrir con acierto la ruta hacia la final de su especialidad, protagonizó una pálida regata que lo llevó hasta el sexto escaño.
Otros que no pudieron hacer justicia a su alcurnia fueron los tiradores Leuris Pupo y Eglys de la Cruz, dos que saben lo que es brillar a este nivel. Tal vez ambos acusaron aquí los efectos de todos los problemas que afectaron su preparación, pero lo cierto es que a la espirituana se le escapó una nueva final por apenas un punto, y el holguinero, después de entrar con apuros al segmento definitivo, no pudo retener su corona.
Mas todas no han sido malas noticias durante los últimos siete días, pues otros han demostrado que sí llegaron hasta aquí para mostrar su mejor cara. En ese «saco» entró el arquero Adrián Puentes luego de firmar en el Sambódromo su mejor marca personal y avanzar más de lo esperado, o la ciclista Arlenis Sierra, guapa frente a todas las adversidades hasta conseguir la mejor ubicación de una cubana en la prueba de ruta.
Sería injusto no sumar a este pelotón de avanzada al gimnasta Manrique Larduet, a quien solo una lesión le impidió pelear por el sueño de convertirse en el más completo de la justa. Pero sin lugar a dudas, ha sido la pareja del voleibol de playa motivo de gran alegría de esta primera semana.
Sergio González y Nivaldo Díaz han dejado sobre la arena de la famosa playa de Copacabana una huella lo suficientemente profunda para acaparar titulares. Llegar a la fase de cuartos de final no estaba en los planes ni de los más optimistas, y ya en esta instancia se les ve con las energías suficientes para seguir acercándose a un podio inédito en estas lides y convertirse en inspiración para quienes aún no se han estrenado en la lid.
Para Cuba, los venideros días seguirán cruciales para llegar a la meta. Hoy entran en acción los gladiadores con el abanderado Mijaín López a la cabeza, mientras que los siete boxeadores que quedan con vida tendrán la enorme responsabilidad de sostener el gran objetivo, junto al taekwondoca Rafael Alba, otro que puede encumbrase por estas tierras.