Estrada (arriba) no pudo con el campeón de Londres 2012. Autor: Ricardo López Hevia Publicado: 21/09/2017 | 06:36 pm
RÍO DE JANEIRO.— Nada más lejos de una ciencia exacta que la tarea de hacer un pronóstico deportivo, y más en un certamen como los Juegos Olímpicos, al que asisten los mejores atletas del planeta. Mas hay realidades ineludibles, límites extremadamente difíciles de quebrantar, y eso le sucedió este martes al judoca cubano Magdiel Estrada, nuestro representante en la división de 73 kilogramos.
En la Arena Carioca 2, una de las instalaciones levantadas en el Parque Olímpico de esta ciudad, el muchacho llegó hasta donde pudo, porque a pesar de entrega y talento, de estrategia y deseos, era difícil la tarea de someter a un hombre como el georgiano Lasha Shavdatuashvili, consagrado hace cuatro años en Londres, pero en la división de 66 kilogramos.
Magdiel cumplió la tarea de superar en su primer combate al checo Jaromir Jezek, a quien controló muy bien con su agarre, le marcó un wazari, y conservó esa ventaja hasta que paró el reloj.
Sin embargo, la historia de su segunda presentación no fue ni remotamente igual. Le fue imposible contrarrestar la notable técnica de Shavdatuashvili, quien se impuso por ippon antes de concluir el tercer minuto del combate.
Se cumplía así la lógica impuesta por las veleidades del sorteo. «Hay que ser realistas y no crear falsas expectativas, porque en certámenes como estos la posición que tengas en el organigrama determina las posibilidades de éxito. Muchas veces nos toca uno de los favoritos en los primeros combates y se necesitan al menos tres triunfos para aspirar a que alguno de ellos “te arrastre” hasta la repesca», comentó el profesor Justo Noda, satisfecho con lo hecho por su pupilo sobre el tatami.
El experimentado preparador añadió que «estos son unos Juegos Olímpicos, y los mejores disponen de muchos recursos para prepararse durante cuatro años y llegar en la mejor forma. Por eso es muy difícil que pierdan. Incluso, no llegan como los primeros del ranking, pues participan en pocas competencias previas, pero ya aquí son muy difíciles de derrotar», comentó antes de señalar que «Magdiel llegó hasta donde podía llegar».
Noda está consciente de que casi todos sus alumnos pasarán por similar experiencia. «Hicimos un análisis de cada división, en muchas de ellas nuestros representantes tendrán inicios muy complejos», reflexionó el principal adiestrador de la escuadra cubana.
Uno de ellos será hoy Iván Silva (81 kilogramos), quien debuta frente al georgiano Avtandili Tchrikishvili, campeón mundial en Chelyabinsk hace dos años, y con una trayectoria repleta de buenos resultados en torneos de máximo nivel. El otro con un comienzo desafortunado será José Armenteros (100), pues su primer combate será frente al mongol Naidan Tuvshinbayar, monarca olímpico de esa división en Beijing 2008 y segundo cuatro años después en la capital británica.
«El de más cómodo inicio será Asley González (90), pues peleará primero con un boliviano y no debe afrontar dificultades para superar ese combate. Pero en lo adelante las cosas no le serán fáciles, porque aquí hay muchos judocas de gran nivel, que ganan y pierden entre ellos», remarcó Noda, para luego referirse a la expectativas en torno al debut del mejor judoca de la escuadra que dirige.
«Asley llegó aquí en magníficas condiciones, como tenía que llegar. Para lograr eso preferimos no apurarlo. En el judo actual no se puede combatir mucho antes de una gran competencia, porque te estudian a fondo y te “matan”. Además, teníamos como uno de los objetivos principales que llegara sano, sin ninguna molestia y lo hemos logrado», apuntó sobre el estado del único de sus alumnos con experiencia en el anterior certamen olímpico, donde conquistó la medalla de plata.