Julio Mendieta asegura que en el entrenamiento es donde se ganan realmente las peleas. Autor: Roberto Ruiz Espinosa Publicado: 21/09/2017 | 06:02 pm
«Hay que moverse más. Apriétale fuerte la muñeca al rival. Hace falta más acción. No se queden pasivos y tiren proyecciones de mayores magnitudes. Pónganle más rapidez a ese pase atrás»… Estas y otras indicaciones más, se las daba a sus alumnos el avezado Julio Mendieta, jefe de entrenadores de la selección nacional de lucha libre, en una sesión de entrenamiento en la Escuela Superior de Formación de Atletas de Alto Rendimiento Cerro Pelado.
Mendieta lleva mucho tiempo en estos trajines de los tackles y desbalances. Por eso, no concibe la idea de perder un solo minuto de entrenamiento, porque según me asegura, «ahí es donde realmente se ganan las peleas, en el trabajo diario y sostenido. En la actualidad, la lucha es muy dinámica y exigente. Por eso, la preparación física y técnica es primordial», nos comentaba ese día, que coincidía con una visita nuestra al colchón de lucha de esa instalación deportiva.
Entre mis preguntas y sus respuestas, el adiestrador alternaba sus señalamientos a los gladiadores, a quienes se les notaba al menos un ápice de alegría cuando les gritaba a viva voz: «tienen 30 segundos de descanso».
Después de tanto hala-hala y traqueteo, con el sudor por toda la anatomía y el evidente agotamiento, no le quepa duda a usted que ese escaso tiempo es tan encantador como ¡tomarse un helado en Coppelia!
Pero el cronómetro de Mendieta no falla. Pasado ese medio minuto, vuelve al «ataque» en el centro del colchón e indica la ejecución de nuevas técnicas. Entonces, ¡se acabó el helado!... Los mira a todos, busca «parejas» para simular determinado ataque, y por consiguiente, la defensa más efectiva. Y cuando cree que sus discípulos comprendieron lo que les explicó, retorna con celeridad a nuestro ameno diálogo. Pero como celoso guardián, no deja de mirarlos de reojo.
—¿Mucha actividad para este año?
—Hasta el momento, está previsto que luchemos en seis eventos con participación foránea. Como unos son más fuertes que otros, la estrategia que ha definido el colectivo de entrenadores es tratar de que todos los integrantes de la preselección puedan representar a Cuba y que no solo lo hagan aquellos de mayor rango internacional.
Reineris «el Gimnasta» Salas (en primer plano) es uno de los luchadores más destacados de la selección nacional. Foto: Roberto Ruiz.
De esta respuesta, presumo que los subcampeones mundiales Liván López y Reineris «el Gimnasta» Salas, junto a otros como Yowlys Bonne y Alejandro «Calabaza» Valdés, competirán en los eventos más exigentes. Miro a Mendieta y, con un guiño de ojo, le doy mi «visto bueno» a esa decisión de darles misiones a los chicos talentosos, esos que ya han mostrado habilidades —y resultados, claro está—, en este difícil y rudo deporte. Lo que les falta es el roce internacional.
—De todos esos torneos, ¿cuál es el más cercano?
—Los días 13 y 14 de febrero disputaremos el torneo internacional Cerro Pelado, en el Coliseo de la Ciudad Deportiva capitalina. Y vienen muy buenos equipos con sus principales figuras. Fíjate, que una potencia como Estados Unidos ya anunció la presencia de ¡62 personas!, entre ellos gladiadores que serán nuestros principales rivales este año en los Juegos Panamericanos de Toronto, Canadá. También vendrán atletas de Hungría, Polonia, Alemania, Kazajstán, España, Suiza, Gran Bretaña, India, Puerto Rico, Canadá, Venezuela y Honduras. Cuba incluirá a tres hombres en cada una de las divisiones.
—Entonces, a menos de 20 días de iniciarse ese torneo al cual asistirán gladiadores de élite mundial, ¿cómo califica la actual fase de preparación?
—Esta se conoce como etapa general de entrenamiento, pues acabamos de desarrollar el Campeonato Nacional en Camagüey. Lo primario ahora es ir acondicionando el organismo de los atletas para el serio trabajo que se avecina.
Y como hace alusión al trabajo, esto le recuerda que tiene «hombres trabajando». Como está frente a mí y de espaldas al área de entrenamiento, entonces un ligero giro del torso le permite percibir cierta tranquilidad sobre el colchón. Regresa hasta allí, y cual árbitro de lucha libre, les indica que hay «pasividad». Les tributa otras indicaciones, pide mayor seriedad y velocidad en las proyecciones. Y con un «vamos, seguimos», me convida a retomar el tema.
—¿Qué le brindó el torneo doméstico en tierra agramontina?
—Sin lugar a dudas, pude percibir el buen accionar de jóvenes talentosos que vienen de las Escuelas de Iniciación Deportiva (EIDE), donde existen muy buenos entrenadores. Tres de ellos, con categoría juvenil, ya entraron a nuestra preselección nacional. Además, apreciamos un elevado nivel táctico en este torneo nacional, algo de lo cual carecíamos. Se ejecutaron las acciones técnicas en los momentos precisos, los gladiadores fueron más efectivos en las entradas a los rivales y mostraron mayor repertorio técnico. Lo visto en la primera categoría, unido al serio entrenamiento que realizamos diariamente sobre este colchón, nos debe permitir mejorar los resultados del año 2014, que fueron muy buenos.
—Siempre he escuchado que hay que ser muy preciso en los entrenamientos cuando se tienen alumnos de diversos caracteres. ¿Eso es tan así?
—Desde que yo empecé en este papel de entrenador, siempre adecuo mi trabajo en dependencia de la técnica preferida por cada atleta. Algunos son rápidos, otros son más fuertes y hay un grupo que muestra mejor cara a las cuestiones técnicas. La clave está en mantenerlos activos durante cada sesión de entrenamiento. Por eso, soy flexible y en algunas ocasiones los dejo que elijan sus respectivas proyecciones.
—Pero entre tanto «dale al que no te dio», nos hemos alejados un poco del tema relacionado con los eventos del año…
—Realmente, el mes de abril estará cargado de competencias. Del 9 al 21, asistiremos a los Juegos Deportivos del ALBA con las segundas o terceras figuras de cada división. El objetivo es ganar y alcanzar la mayor cantidad de títulos. Pero del 10 al 11, iremos con nuestros estelares a la Copa del Mundo por equipos, con sede en la ciudad estadounidense de Los Ángeles. Allí estarán las grandes potencias y aspiramos a ubicarnos entre los cinco mejores colectivos. Caímos en el grupo A junto a Rusia, actual monarca del orbe, Mongolia y Estados Unidos.
«Y del 25 al 30, acudiremos al Torneo Panamericano de la disciplina con sede en Chile, donde aspiramos a obtener el primer lugar por naciones y conseguir el único cupo que nos falta —en la división de 57 kilogramos—, para la cita regional de Toronto».
—Sin dudas, la presencia en Toronto de la escuadra de Estados Unidos, hace que sea más complicado levantar el banderín por países…
—Nosotros tenemos gladiadores excelentes, entre ellos Salas, Liván, Bonne, Alejandro y Javier Cortina, que pelean de tú a tú contra cualquiera. Por eso, como son seis divisiones, mi pronóstico es un empate 3-3 con los estadounidenses, aunque algo me dice que sí les ganaremos.
Ya me van quedando menos «balas» en mi cargador. Y a Mendieta, menos tiempo en su sesión de entrenamiento. Él lo percibe, y categórico, me tira el último tackle: «En septiembre iremos al Campeonato Mundial de Las Vegas. Cada gladiador tratará de incluirse entre los seis primeros de su división, para obtener boleto de cara a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016».