Aunque tuvieron un mejor desempeño, las cubanas volvieron a caer 3-0. Autor: FIVB Publicado: 21/09/2017 | 05:56 pm
BARI, Italia.— Como en todo deporte colectivo, el éxito en el voleibol depende en gran medida del equilibrio de fuerzas. Cuando desaparece ese contrapeso, como le sucedió este jueves a la escuadra cubana, el umbral de triunfo se reduce notablemente. Quizá el grupo alcanzó frente a Japón el pico más alto de su desempeño en el presente Campeonato Mundial Femenino, que tiene en esta ciudad la sede del grupo D. Lo que sí puedo asegurar es que tuvieron, como nunca antes, la posibilidad de un triunfo parcial que apuntalara la autoestima, que prendiera alguna chispa, aunque al final todos termináramos aceptando la realidad, y otra derrota ante un elenco más hecho como el nipón nos reafirmara lo tantas veces dicho.
Lo que pudo significar un consuelo para nuestras muchachas terminó siendo una nueva barrida con pizarras de 19-25, 25-27 y 23-25. Muchas veces los fríos números no alcanzan para describir lo sucedido sobre la cancha, por lo que sería saludable aclarar que en los últimos dos parciales las discípulas de Juan Carlos Gala llegaron primero al punto 23.
¿Qué pasó? Pues lo de siempre y un poco más. Murieron de sed junto a la fuente por el simple hecho de que estas niñas —como es lógico y explicado grosso modo— no tienen la fuerza mental suficiente para aferrarse a una ventaja con la convicción de que son capaces de sostenerla.
El mejor ejemplo es la jovencita Melissa Vargas, a las que sus escasos 15 abriles le pueden estar jugando una mala pasada. Aun sin estar a su habitual altura, a pesar de ser sustituida durante todo el tercer parcial, la cienfueguera marcó diez puntos por tercer día consecutivo. «Preferí que descansara al final. La vi un poco fuera del partido y necesitaba parar. Lleva mucho tiempo sosteniendo una tensión fuerte, y eso afecta su acostumbrado nivel de juego y su concentración», nos comentó el estratega cubano al concluir el partido.
Desde que llegó a esta ciudad, Melissa ha acaparado la atención mediática, y resulta evidente que siente el peso de ser la referencia dentro de un grupo que conoce sus limitaciones, pero no comulga con la derrota. Y eso frustra.
Lo más lamentable del bajón es que haya sucedido en el momento en que otros aspectos del juego mostraron aceptables mejorías. Cuando la central Alena Rojas tuvo su mejor partido del torneo, materializando siete de sus nueve ataques, bloqueando efectivamente cuatro veces —además de seis rebotes. Cuando Sulián Matienzo consigue hacerse sentir en el ataque, y cuando la pasadora Gretel Moreno confirma que está cada vez más apta para mover con buen criterio los hilos de la ofensiva.
Desafortunadamente, también fue el duelo en el que los errores no forzados volvieron a tomar cifras excesivas —fueron 20 en total. Este es el otro detalle que desequilibró un desempeño que siembra al equipo cubano en el fondo de la tabla de posiciones sin sumar puntos.
Después del descanso general pactado para hoy, la joven escuadra cubana retornará a la superficie del Palaflorio para asumir su penúltima presentación, esta vez frente a las chinas.
La clasificación de la llave la sigue encabezando China con puntaje perfecto de nueve unidades, luego de defender su invicto con un triunfo sobre Bélgica (3 puntos) en tres parciales (25-21, 25-22, 25-19). Más reñido resultó el duelo entre Puerto Rico (4) y Azerbaiyán (4), que terminó favoreciendo a las europeas con pizarras de 25-20, 24-26, 26-24, 16-25, 17-15.
Otros resultados:
Grupo A: República Dominicana-Croacia 3-2 (25-22, 25-13, 22-25, 24-26, 19-17), Alemania-Túnez 3-0 (25-7, 25-12, 25-7), Italia-Argentina 3-0 (25-17, 25-17, 25-16); Grupo B: Bulgaria-Turquía 3-2 (20-25, 25-23, 25-18, 25-27, 15-12), Brasil-Canadá 3-0 (25-14, 25-8, 25-18), Serbia-Camerún 3-0 (25-17, 25-13, 26-24); Grupo C: Estados Unidos-Holanda 3-0 (29-27, 25-21, 25-18), Rusia-Kazajstán 3-0 (25-13, 25-21, 25-16), Tailandia-México 3-0 (27-25, 36-34, 26-24).