Los inciertos rumbos por los que transita el voleibol femenino cubano tomaron un respiro este jueves con el cómodo triunfo en sets corridos sobre la escuadra de Santa Lucía, en la ronda de consuelo del torneo Norceca que se disputa en la ciudad estadounidense de Omaha.
Dos batacazos, uno de ellos frente a las favoritas estadounidenses, habían condenado a las cubanitas a conformarse por luchar por el séptimo puesto como mejor opción. Y el primer paso lo dieron contra el debutante elenco caribeño, al que sometieron con marcadores de 25-16, 25-15 y 25-6.
Solo la debilidad del rival permitió el banquete a las inexpertas criollitas, otra vez lideradas por la jovencísima Melissa Vargas, autora de 17 cartones. Repitió Juan Carlos Gala su alineación titular del debut frente a las mexicanas y claro, esta vez sí respondieron la central Alena Rojas —también 17 puntos— y la auxiliar Jennifer Álvarez con 11 unidades.
Las diferencias entre un equipo y otro fueron tan notables como las que se establecieron en el duelo de la noche antes y contra las locales. Pero fueron ahora las inexpertas caribeñas las castigadas con 13 bloqueos y 14 puntos por directo de la línea de servicios. En la efectividad del ataque, las brechas fueron por el estilo.
Lejos de «inflar» tal desempeño se impone la interrogante sobre la posibilidad de repetir el rendimiento hoy frente a las ticas en un partido que define el ocupante del séptimo escaño. Las costarricenses nunca han hecho resistencia a las cubanas, pero sabemos ahora de la pata que cojeamos…
En otro resultado de la jornada, Canadá logró su avance a la semifinal de hoy al aventajar también en tres sets a las muchachas de Trinidad y Tobago con marcadores de 27-25, 25-11 y 25-22.
Al cierre, las escuadras de Puerto Rico, líder en el apartado C, y México, sostenían un pulso para completar el cuadro de aspirantes a las medallas.
Por la vía expedita y gracias a sus mejores numeritos, ya habían avanzado a las instancias semifinales las selecciones de República Dominicana y Estados Unidos, cabezas de las llaves A y B, respectivamente.