Por más que la historia reciente nos llame a la cautela, ciertas expectativas ha levantado la selección cubana de fútbol que recientemente concluyó una provechosa gira por tierras argentinas con el objetivo de perfilar su preparación para el inminente compromiso frente a la selección hondureña.
Finalmente, los dirigidos por Alexander González cerraron con sendos triunfos sus últimas presentaciones. Primero, con la Copa Municipalidad de Leones en juego, se impusieron por 3-0 —dos dianas de Marcel Hernández y la otra de Yaudel Lahera— al club Sarmientos, uno de los que participa en el Torneo Argentino B. Como cierre del periplo, firmaron luego una victoria en la serie de lanzamientos penales, tras igualar sin goles frente al representativo Acción Juvenil, el partido que definió el ganador de la Copa General Deheza.
En resumen, el grupo regresó a casa con un imprescindible roce frente a jugadores de buen nivel, y la cosecha de dos partidos ganados, tres empates —dos de ellos definidos favorablemente en la tanda de penales— y uno perdido.
Además, se anotaron diez goles y se encajaron seis. Y entre las mejores noticias traídas desde el sur está la variedad en la lista de anotadores, encabezada por Marcel (3) y completada por Ruslán Batista, Carlos Domingo Francisco, Adonis Ramos y Lahera.
También un punto destacable de la gira fue la posibilidad que tuvo el estratega cubano de mover su esquema y probar todas las alternativas posibles de cara al primer trascendental duelo contra Honduras, correspondiente a la eliminatoria mundialista y pactado para el próximo viernes en el capitalino estadio Pedro Marrero.
Allí se volverá a escribir un nuevo capítulo de la historia particular entre ambos equipos, por cierto, muy pareja en los «numeritos».
Según los archivos de nuestro estadístico Benigno Daquinta, ambos equipos se han enfrentado en siete ocasiones, y los partidos siempre han encontrado definición. Hasta ahora el pulso favorece a los cubanos con cuatro triunfos, el último (1-0), conseguido en los Juegos Panamericanos de 1991 en La Habana.
Después de eso nuestros equipos han cedido en dos ocasiones seguidas, durante los Panamericanos de Winnipeg 1999 y la Copa de Oro de 2007.
Dos triunfos en casa por 7-0 y 5-0 en el año 1930 sostienen una ventaja en el gol average (16-9), pero lo cierto es que la selección catracha jamás ha podido festejar en la capital cubana. Ahora viene armada hasta los dientes con sus «legionarios» y todas la dan como favorita. Pero la historia también tiene sus caprichos.