Todos los partidos han sido muy disputados. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 05:22 pm
Un racimo de cuatro anotaciones en la novena entrada cambió la historia y Cuba venció espectacularmente este sábado a Estados Unidos, nueve carreras por ocho, en el tercer partido del tope beisbolero que se desarrolla en La Habana. Otra vez el camagüeyano William Luis salió de emergente y se vistió de héroe.
Los norteños llegaron con ventaja de 8-5 al noveno capítulo, pero el relevista David Berg cavó su propia tumba al cometer un error infantil que dejó con vida a Yulieski Gourriel, sin outs en la pizarra. Después permitió hits consecutivos de Cepeda y Despaigne, más un doble de Pito Abreu contra las cercas del jardín izquierdo.
Ahí el mentor Dave Serrano jugó una carta inesperada y trajo al zurdo Carlos Rodon, quien prácticamente acababa de llegar a La Habana. Pero William Luis no lo dejó lanzar y le conectó al primer lanzamiento.
Víctor Mesa siguió moviendo el banco y le dio la posibilidad de abrir como titulares a Bell, Dayán García y Frank Camilo Morejón. Después salieron al terreno, en diferentes circunstancias, Roberto Carlos Ramírez, Guillermo Heredia, Yulexis La Rosa y Yenier Bello.
En total, el equipo cubano pegó 16 hits, incluyendo jonrones de Bell y Arruebarruena. Por su parte, los norteños conectaron diez cañonazos y también botaron dos pelotas (Peterson y Bryant).
Cuba empleó a siete lanzadores y de nuevo el abridor no llegó al quinto episodio. Esta vez Vladimir García explotó en el cuarto capítulo.
No lucieron bien Odelín y Lahera, pero metieron el brazo Joel Suárez, Norberto González, Antonio Romero y Leandro Martínez.
El mentor cubano anunció más cambios en la alineación a partir de este domingo, aunque para él Cepeda y Yulieski son inamovibles. Bueno, eso lo sabe todo el mundo, pero hasta ahora nadie lo había reconocido sin tapujos.
De momento, Víctor va saliendo airoso de su examen. Tiene ante sí el desafío de mover todas las piezas sin renunciar a la victoria, porque la rivalidad entre ambos equipos no puede desconocerse.
También al manager norteño, Dave Serrano, le han sonado los oídos. Este sábado lo protestó casi todo y puso a raya a su traductora cada vez que salió hacia la goma.
En general, el equipo estadounidense ha impresionado a los aficionados cubanos a pesar de su juventud. Todavía se comenta el buen trabajo del zurdo Marco Gonzales como abridor el viernes, después de jugar el día anterior en la pradera derecha.
Igualmente, levantó muchas exclamaciones Michael Lorenzen, quien abrió el viernes en el jardín central (lució un mundo a la defensa) y terminó lanzando rectas de 98 millas desde el montículo en la novena entrada.
Todo ello ha sazonado el espectáculo sobre el terreno, aunque nos hemos quedado en deuda a la hora de crear un mejor ambiente en el estadio. Esperaba mayor animación, quizá con pantalla incluida, sobre todo porque empezó el verano y la ocasión lo amerita.
Dicen que nunca es tarde si la dicha llega. Esperemos.