En un año significativamente histórico, resultados como el señorío en la región caribeña que permite seguir soñando con la clasificación olímpica, levantan en algo la autoestima del fútbol cubano.
En la isla de San Cristóbal y Nieves se presentó una escuadra cubana sub-23 integrada por varios jugadores de notable actuación en los pasados Juegos Panamericanos y otros con experiencia en la selección mayor. Y de allí emergió no solo victoriosa, sino además invicta y anotando goles en sus tres presentaciones.
Primero empataron 1-1 con Trinidad y Tobago, y luego protagonizaron una impresionante remontada frente al elenco de Surinam, al que derrotaron finalmente por 4-2.
Sin embargo, para incluirse entre los seis candidatos a los dos cupos que ofrece la Confederación Norte, Centroamérica y del Caribe (CONCACAF) al torneo de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, había que hacer algo más. Así que en su último compromiso del torneo ante los locales, Dalain Aira logró borrar la diferencia cuando faltaban apenas 17 minutos para el final, y con el 1-1 se acuñaron los pasajes.
En el otro partido de la jornada de cierre, los trinitarios le recetaron una escandalosa goleada de 9-1 a los surinameses y se adueñaron del otro boleto, gracias a una mejor diferencia de goles que los locales.
Ahora el equipo cubano se alistará para participar en la final de CONCACAF, que se disputará en las ciudades estadounidenses de Carson, Nashville y Kansas, entre el 22 de marzo y el 2 de abril del año entrante. Allí estarán también las selecciones de Estados Unidos, México, Canadá, El Salvador, Panamá y Honduras.