Fabio Capello, director técnico del equipo de Inglaterra. Autor: FIFA Publicado: 21/09/2017 | 04:58 pm
La eliminación prematura del Mundial de fútbol amenaza ya a Inglaterra después de su empate 0-0 con Argelia en su segundo partido de la Copa Mundial de fútbol Sudáfrica 2010.
Tras igualar también con Estados Unidos en su debut, los ingleses suman sólo dos puntos en el Grupo C, con lo que se jugarán la clasificación ante Eslovenia en la última fecha el próximo miércoles en Port Elizabeth.
Estados Unidos y Eslovenia empataron hoy 2-2, con lo que los centroeuropeos mandan en el grupo con cuatro puntos, mientras que los norteamericanos, que se enfrentan a Argelia en el próximo partido, tienen dos puntos, pero mayor número de goles a favor que los ingleses.
Para Argelia, la igualada con Inglaterra fue el mayor éxito de su historia después de la victoria por 2-1 ante Alemania en 1982 y le permite mantener esperanzas de clasificación a octavos de final.
Ni la presencia de David Beckham en el banquillo, ni de los príncipes Guillermo y Harry en el palco de honor del estadio de Ciudad del Cabo, sirvieron a los hombres de Fabio Capello para mejorar el deslucido juego que mostraron ya en su debut ante los estadounidenses.
La gran novedad en ambos equipos estuvo en la portería. Tanto ingleses como argelinos cambiaron a sus arqueros después de un desafortunado debut.
Capello, que cumple 64 años este viernes, no tuvo piedad e hizo pagar a Robert Green su grave error en el 1-1 ante Estados Unidos con su puesto en el arco inglés, que ocupó en su lugar David James.
En el lado argelino, la ausencia de Fawzi Chaouchi se justificó por lesión, pero su heterodoxa estirada frente a Eslovenia, que costó a su equipo el 1-0 final, sobrevolaba seguramente la mente de Rabah Saadane.
El nuevo arquero norteafricano, Mbolhi, estuvo muy seguro en toda la primera parte, en la que de todas formas los ingleses apenas le pusieron a prueba con algunos disparos lejanos.
La mejor oportunidad fue para Frank Lampard, que después de pescar un centro mal despejado por la defensa argelina dentro del área, vio cómo su disparo con la pierna izquierda era detenido por Mbolhi.
El mismo destino tuvieron los remates de Steven Gerrard, Wayne Rooney y Gareth Barry, que hoy volvió a la titularidad tras superar su lesión. Todos llegaron desde fuera del área y todos fueron atrapados por el portero argelino.
Franz Beckenbauer acusó a la Inglaterra de Capello de haber vuelto a «los malos tiempos de pelotazo y a correr», algo que no gustó nada al entrenador italiano.
Sin embargo, el juego de los «Pross» no consiguió despegar para ubicarse al nivel que se le supone a un aspirante al título mundial.
Argelia apenas inquietó a los ingleses con un disparo lejano de Karim Zaini, pero contuvo con relativa comodidad las embestidas inglesas, que se hicieron algo más intensas pero igual de imprecisas en la segunda mitad.
Inglaterra incrementó su posesión de balón tras el descanso, pero siempre se le nublaba la vista al llegar a los últimos metros. De hecho, su única ocasión clara fue un remate de cabeza de Gerrard al saque de un córner que acabó en las manos del arquero.
Los cambios de Capello no surtieron efecto. Aaron Lennon dejó el puesto a Schaun Wright-Phillips en busca de mayor profundidad por las bandas. Emile Heskey se fue sustituido por Jermaine Defoe. Y el gigante Peter Crouch entró al campo a la desesperada a falta de seis minutos por Barry.
Pero nada cambió. La cara de desesperación de Rooney, que tampoco estuvo a la altura de lo esperado, y la mirada al cielo de Crouch tras el pitido final fueron el resumen del momento que vive Inglaterra. Además, el central Carragher vio su segunda tarjeta amarilla, por lo que no podrá jugar ante Eslovenia.