La veterana Shelda Bede se retiró de la «arena» internacional Autor: Juventud Rebelde Publicado: 21/09/2017 | 04:51 pm
Por primera vez en la historia, y 26 años después de jugar su última final, Polonia conquistó el cetro del Campeonato Europeo de voleibol masculino, que cerró sus cortinas el fin de semana en la ciudad turca de Esmirna.
Los nuevos monarcas, que en la más reciente Liga Mundial anclaron con discreción en el lugar 11, cubrieron de forma invicta todo el trayecto del torneo y derrotaron en una emocionante final a la selección de Francia por 3-1, con parciales de 29-27, 25-21, 16-25 y 26-24.
Bulgaria y Rusia, nuestros rivales en la fase intercontinental de la pasada Liga, ocuparon los puestos tres y cuatro por ese orden luego del triunfo de los volcánicos por 3-0 en la definición de las medallas de bronce.
La selección de Serbia, escolta de Brasil en el podio «liguero», tuvo que conformarse con la quinta posición, aunque aseguró su presencia en la próxima edición del torneo continental, que organizarán de forma compartida Austria y la República Checa.
Y mientras esto sucedía, de este lado del Atlántico las brillantes brasileñas —sin algunas de sus estelares en nómina— repitieron su reinado en la II Copa Final Tour, luego de vencer a las estadounidenses por 3-1 (25-17, 25-16, 25-27 y 25-19) en el último duelo del certamen disputado en Lima, Perú.
A República Dominicana correspondieron las medallas de bronce, al imponerse por 3-0 a la representación anfitriona, y la atacadora brasileña Joyce Silva fue seleccionada como la Jugadora Más Valiosa de la justa.
Otras «reinas» que conservaron corona fueron las también brasileñas Juliana y Larissa, quienes se impusieron en la decimocuarta parada del Circuito Mundial de voleibol de playa disputada en la ciudad española de Barcelona, al vencer en la final a sus compatriotas Talita-María Elisa, segundas del ranking, por 2-0 (21-17 y 28-26).
Las ganadoras habían asegurado dos fechas antes su cuarto triunfo en el Circuito Mundial —habían triunfado también entre 2005 y 2007—, y se convirtieron en la primera dupla en ganar ocho fases de una misma temporada, pues con anterioridad habían escalado lo más alto del podio en las citas de Brasil, Rusia, Austria, Japón, Polonia, Finlandia y Holanda.
El certamen en arenas catalanas sirvió además de despedida para la legendaria brasileña Shelda Bede, considerada una de las más grandes figuras mundiales de este deporte, quien anunció su retirada para dedicarse a jugar torneos en su país.
En el amplio palmarés de Shelda aparecen los cetros en los Campeonatos Mundiales de Marsella 1999 y Klagenfurt 2001, el subtítulo conquistado en Río de Janeiro 2003, y la medalla de bronce en la edición de Los Ángeles 1997.
Además, se coronó en los Juegos Panamericanos de Winnipeg 1999, y su gran deuda fue con los Juegos Olímpicos, pues terminó segunda en las ediciones de Sydney 2000 y Atenas 2004.