Julio Mendieta (derecha) junto al atleta Michel Batista. Foto: Raúl Pupo Julio Mendieta, entrenador principal de la selección cubana de lucha libre, solo tiene en mente una premisa: «quiero cambiarle la cara al equipo en este cuatrienio olímpico».
Hablamos en el Centro de Entrenamientos Cerro Pelado, donde los muchachos «queman el tenis» en su preparación para el Campeonato Mundial de Herning, Dinamarca, en septiembre venidero.
—¿Cómo valoras estos topes en casa propia, si los rivales se conocen muy bien entre ellos mismos?
—El grupo no puede darse el lujo de asistir a torneos de preparación en el extranjero, como se hacía antes. Con los controles internos intentamos suplir esa carencia. Por suerte, ningún gladiador está seguro en su división y todos quieren hacer el grado para la cita mundialista, así que los combates son muy fuertes. Aquí se define quién es quién.
—Te dieron el mando del equipo mayor en enero de este año, pero antes entrenabas a los juveniles. ¿Es muy diferente el trabajo?
—Sí, estuve con los juveniles durante cuatro cursos y por eso preparé a la gran mayoría de mis actuales alumnos. Pero la exigencia es mayor en el equipo nacional absoluto, por la importancia de los resultados para la ubicación de Cuba en Juegos Centroamericanos, Panamericanos y Olímpicos.
—Los resultados de la lucha libre en los Juegos Olímpicos de Beijing y en la Copa del Mundo de Teherán, en marzo de este año, dejaron mucho que desear. ¿A qué lo atribuyes?
—Estos fracasos, que esperamos no se repitan, se debieron a la falta de preparación técnica que tenía el colectivo. Pero ahora hay una notable diferencia. Al regresar de Beijing con esos bajos rendimientos, se tomó la decisión de «rejuvenecer» al equipo de cara al nuevo cuatrienio olímpico. Así, en Irán, el único gladiador experimentado era el bronce mundial Michel Batista, de 96 kilogramos. No asistieron hombres claves como Geandry Garzón (66 kg), Iván Fundora (74 kg), y Disney Rodríguez (120 kg). Sin embargo, ellos se han reincorporado al grupo con nuevos bríos.
—Con los últimos cambios del reglamento de la lucha, ¿qué aconsejas con más detenimiento a tus pupilos?
—Hay que luchar y luchar. Ser incansable en el colchón y realizar muchos movimientos técnicos, así como buscar proyecciones de mayor amplitud, pues brindan más puntos.
—¿Aspiraciones en el venidero Campeonato Mundial?
—Espero regresar con dos o tres medallas, pero dependerá del número de atletas que podamos llevar.