Cuba envió a 11 muchachas bajo la pupila del técnico Ronaldo Veitía. El certamen reunió a equipos de Japón, Francia, Alemania, China, Australia, Sudcorea y Argelia
Cuando esta edición llegue a sus manos, habrá concluido en Tokio, Japón, el festival de ippones en el sexo femenino durante la exigente Copa del Mundo de judo por equipos.
Este certamen por invitación iniciará el cuatrienio competitivo que culminará con los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Por tanto, Cuba envió a 11 muchachas bajo la pupila del técnico Ronaldo Veitía. Entre ellas hay figuras noveles de grandes perspectivas y otras de más experiencia que han subido de peso.
El cambio más llamativo resulta el paso a los 52 kilogramos de Yanet Bermoy, subcampeona olímpica de los 48. En tanto, Yalennis Castillo «le cogió el gusto» a los 78 kilos, tras la saboreada presea de plata en Beijing.
En la plaza vacante dejada por Bermoy, Veitía convocó a dos muchachas: la juvenil Saily Lantarón y Dayaris Mestre. Mientras, las bisoñas Maricé Díaz y Heidy Abreu hicieron el grado en los 57 kilogramos y la división pesada, respectivamente. No obstante, en esta última categoría permanece también Idalis Ortiz, medallista de bronce olímpico.
La nómina se completó con Susel Mustelier (52 kg), Yaritza Abel (63 kg) y dos cartas en los 70 kilos: Onix Cortés y Kaliema Antomachín.
Esta Copa del Mundo para damas reunió a ocho equipos: Japón, Cuba, Francia, Alemania, China, Australia, Sudcorea y Argelia. Mañana se iniciarán las acciones entre los hombres, pero los organizadores invitaron a Brasil en representación de América. Es lógico, pues el judo masculino cubano tiene muchas deudas pendientes.