Nuestro mejor luchador, Mijaín López, intentará sacar la cara por el estilo greco. Foto: AP Hay hombres a quienes la vida les demanda irrevocables responsabilidades. Y el gladiador cubano Mijain López, de los 120 kilogramos, intentará maximizar sus fuertes y letales agarres para tributar a Cuba un alegrón en el Campeonato Mundial de Lucha Greco, que culminará hoy en Bakú, capital de Azerbaiyán.
Los grequistas de la Isla, otrora tradicionales medallistas en citas del orbe, se fueron en blanco en las dos primeras fechas, en las cuales la mejor rúbrica fue el noveno lugar de Odelis Herrero (74 kilogramos), quien la víspera cayó cerradamente por el bronce 2-1 (3-1, 1-1, 1-1) frente al búlgaro Yavor Yanakiev, a la postre titular.
Pero Mijain no solo aspira al podio de premiaciones para salvar tamaña afrenta. El gigante de ébano, (casi) imbatible en los últimos tres años, sudará copiosamente la trusa en cada combate, en pos de enfrentar al que todos llaman su «verdugo». Me refiero al ruso Khasan Baroev, actual monarca, contra quien el vueltabajero exhibe par de fracasos al hilo, uno de estos en la final de la pasada cita ecuménica.
Según refleja el sitio web del certamen, Baroev y Mijain no quedaron ubicados en la misma «ruta» del organigrama, de ahí que se prevé una interesante final entre ambos. En su primera pelea, el cubano enfrentará al anfitrión Antón Botev.
Pero allí no solo competirá Baroev. También aparecen gladiadores de aval como el húngaro Mihaly Deak-Bardos y el kazajo Georgy Tsurtsumia —este último, en el mismo sendero que Mijain—, quienes han estampado su firma en los colchones de Juegos Olímpicos y campeonatos mundiales.
Este miércoles, en el inicio de las peleas enroladas en el estilo libre, competirán además otros dos cubanos: Andy Moreno (55 kg) y el campeón olímpico Yandro Quintana (60). Paciencia, hoy es el día.