Fabiola espera concretar su cuarta incursión olímpica en los Juegos de Beijing 2008. Foto: Franklin Reyes, enviado especial
BARQUISIMETO, Venezuela.— La venezolana Fabiola Ramos no tiene el físico de muchos atletas. Es más bien de mediana estatura y cualquiera podría pensar que al más mínimo descuido pasa al bando de las rellenitas.Ella es oriunda de Maracaibo, pero vive en Caracas y tiene 29 años, 15 de ellos practicando el tenis de mesa. Es una de las grandes figuras del deporte en este país bolivariano y exhibe un abultado «dossier» que la ubica en el cuarto lugar del ranking de la Unión Latinoamericana.
Ha dejado sus huellas en cuatro juegos centrocaribeños y otros cuatro panamericanos. Ha sido varias veces monarca sudamericana y atesora entre sus experiencias inolvidables haber competido en los Juegos Olímpicos en Atlanta, Sydney y Atenas.
«Mi objetivo más cercano es clasificarme para los Juegos en Beijing. Después... quizá llegue el retiro, tal vez me mantenga un tiempo más; depende de muchas cosas», comentó la experimentada alumna del entrenador Francisco Seijas.
Considera que su deporte ha evolucionado mucho durante los últimos años en Venezuela y cita como ejemplo el hecho de la corta diferencia que lo separa ahora del nivel del tenis de mesa cubano.
«La posibilidad de competir sistemáticamente en China y otros países asiáticos nos ha permitido elevar nuestra fuerza. Además, mi país dispone de una buena cantera que va a ser superior a nosotras en el futuro», aseguró Fabiola.
Acerca de los sustanciales cambios introducidos en su deporte por la Federación Internacional, atendiendo a reclamos de la comercialización, Fabiola dijo que al principio le parecieron insólitos, «pero la realidad nos obliga a aceptarlos o nos quedábamos en el camino. No había otra alternativa».
Es innegable que las innovaciones en el servicio, reducción de 21 puntos a 11 en los sets, color diferente en las pelotas y otros cambios han agilizado el tenis de mesa.
Del equipo cubano que asiste a los II Juegos del ALBA, solo conoce a Dayana Ferrer, pero le ha llamado la atención, sobre todo el ataque de todas por igual. «No puedes permitirles que te roben la iniciativa en este sentido».
Puntualizó al despedirse: «Cuba y Venezuela son solo rivales en el deporte; sus pueblos, ejemplos de hermandad».