Los jugadores de Serbia y Montenegro se han multiplicado sobre el taraflex. Foto: FIVB Hacía mucho tiempo que no leía una tabla oficial de posiciones en un certamen internacional de voleibol, en el que apareciera Cuba ocupando el último lugar. Esto ocurre ahora, cuando aparecemos en la cola de la llave F del Campeonato Mundial masculino, atropellados por todos.
Sirva de aliento saber que sobre el taraflex se está desenvolviendo un grupo de jugadores jóvenes, talentosos y de buena estatura que pudieran tributar momentos felices a la afición cubana dentro de algunos años. Los pude ver en acción el pasado año durante el mundial juvenil celebrado en la India, donde escoltaron en el podio de premiaciones a Brasil y Rusia, a pesar de faltarles el roce internacional que les sobraba a los contrarios.
Los muchachos requieren jugar lo más posible de ahora en adelante y cada uno fijo en la posición que se le asigne. Solo así —no encuentro otra fórmula—, podemos hacer planes para empezar a recuperar posiciones con vistas a los Juegos Olímpicos de Beijing en el 2008.
Al cierre de esta edición, Cuba enfrentaba a Italia en Hiroshima (grupo F) y además jugaban Brasil-República Checa, Francia-Estados Unidos y Alemania-Bulgaria. Mientras, en Sendai (llave E), rivalizaban Rusia-Puerto Rico, Serbia y Montenegro-Argentina, Japón-Túnez y Polonia-Canadá.
Búlgaros, polacos y serbiomontenegrinos exponían sus invictos. ¿Llegarán al podio? En algunos casos sería una sorpresa...