El arte de Thomas Yang es simple, mínimo, y brillante. El talento de este artista de Singapur está en su pasión por el ciclismo: utiliza las marcas de las ruedas de su bici para hacer pinturas de los monumentos y lugares más famosos del mundo y para crearlos usa un pigmento negro sobre las ruedas, con las que pinta la imagen. Ya ha dibujado el Puente de Londres, la Torre Eiffel y el Empire State. Cada pieza viene estampada con un nombre y número de edición, junto con un título relacionado con la bicicleta. Además, con ese mismo estilo, ha decorado pullovers y bolsas de telas. ¡Ingenioso el muchacho!