El australiano Ben McMahon sufrió un accidente de auto. Se salvó, pero tuvo lo que algunos pudieran llamar «efectos secundarios» de la terapia: desde su cura, comenzó a hablar solamente chino.
Resulta que él había estudiado ese idioma y hasta viajó a Beijing antes del accidente. Cuando despertó, le dijo en perfecto mandarín a una enfermera: «Disculpe, me siento realmente muy adolorido». McMahon es ahora una estrella de televisión en China, pero ojo: los médicos alertan que chocar un auto no es buena manera de profundizar un idioma.