La policía de Texas dio un ultimátum a Melissa Borret, de 26 años, para que abandone su empresa, nada común y corriente. La joven cobra 80 dólares la hora por limpiar desnuda, o a la sumo en ropa interior «erótica». Borret, que comenzó sola hace dos meses, ya tiene tres empleadas, pero la fama de su servicio llegó a oídos de la policía, que amenaza con cerrar la firma pues asegura que la actividad está prohibida por tener una orientación sexual. La muchacha lo niega, y asegura que acudirá a la justicia.