A Marius Els, un sudafricano de 40 años, le habían advertido varias veces que su mascota era un animal salvaje y no podía ser domesticado. Sin embargo, nunca hizo caso a lo que consideró exageraciones. Para él, Humphrey, su hipopótamo de 1,2 toneladas, era un amigo bastante tierno y dócil. Sin embargo, al final la vida le quitó la razón a Els, solo que ya este no tuvo tiempo de saberlo: su amiguito lo mató esta semana con un mordisco feroz, mientras se bañaban juntos en el río de su granja, en la provincia de Free State.